Más allá del sueño americano
Jueves, 06-11-08
AL presidente norteamericano, George W. Bush, le esperan tres meses amargos antes de que pueda entregar el relevo a su sucesor, el demócrata Barack Obama. La derrota sin paliativos de los republicanos es el último bagaje de sus ocho años de mandato y el símbolo de una política que, si en ocasiones tal vez pudo estar bien enfocada, ha terminado en fracaso y ha hecho que la candidatura de John McCain fuera prácticamente imposible. No puede extrañar que la victoria de Obama se haya consolidado casi con naturalidad y que la llegada del nuevo presidente esté siendo recibida como un símbolo universal de grandes esperanzas. Pero el mundo que hereda Obama está repleto de problemas, muchos de los cuales no habían emergido ni siquiera cuando empezó esta larga campaña electoral. Analistas de todo signo pensaban que la guerra de Irak y la propuesta de retirar los soldados americanos de aquel país centraría la votación, pero, a la postre, la seguridad ha sido un aspecto perfectamente marginal, incluso para los iraquíes, porque pocos contaban con la virulencia de una crisis financiera que ha contagiado a todo el planeta y que hipotecará cualquier política que quiera llevar a cabo el presidente electo, del que sin embargo se esperan acciones contra la pobreza y las desigualdades en Estados Unidos. Obama tendrá que afrontar desafíos de la talla del cambio climático y la dependencia energética, a los que hasta ahora nadie ha encontrado una solución clara y realista; retos como la emergencia de una China que avanza en lo económico pero se estanca en la apertura democrática y que es ya un factor esencial de la política internacional, o el renacimiento de una cierta atmósfera hostil a Occidente en Rusia. Todos ellos plantean incógnitas acuciantes. Palestina, Afganistán, Pakistán y, en general, las relaciones con el universo árabe-musulmán forman una constelación de problemas que no tienen su fin ni mucho menos en Irak, porque tampoco empezaron con la invasión de aquel país. Así, hay una larga lista de retos inherentes a las responsabilidades que corresponde asumir al dirigente del país más importante del mundo.
La histórica y, para muchos millones de personas en todo el mundo, ilusionante victoria de Obama -por primera vez habrá un presidente negro en la Casa Blanca- ha tenido el efecto, incluso, de cambiar de la noche a la mañana la percepción de Estados Unidos en amplios sectores de la izquierda y en agresivos grupos de opinión que hasta ahora han hecho del antiamericanismo primario su principal argumento. Incluso para el Ejecutivo socialista español se aventura una nueva era -el presidente del Gobierno ha hablado en términos inequívocos prometiendo ser un «aliado leal» de Washington- y a pocos les caben ya dudas de que será recibido por fin en la Casa Blanca con todos los honores.
Sin embargo, por más que media humanidad hubiera deseado votarle, la realidad es que Obama es el presidente de Estados Unidos. Por tanto, se debe en primer lugar a los intereses de su país, por más que también resulte posible pensar que su deseo hoy sea compatibilizarlos con los de otras naciones. El lema de «cambio» que ha abanderado el demócrata y el modo con que lo ha utilizado se han revelado como una estrategia electoral muy eficaz. De hecho, el cambio es una noción lo bastante difusa como para que quepan todos los anhelos, pero sería un error incurrir en la ingenuidad de creer que sólo con palabras como «el sueño americano» o «el cambio necesario», las aspiraciones de todo el mundo vayan a convertirse en una realidad como por ensalmo. Por encima de los sueños y de los mensajes propios de una contienda electoral dirigidos a una sociedad cansada, resulta conveniente medicarse con las dosis apropiadas de realismo. Hay problemas que nadie, ni siquiera el responsable de la mayor potencia del mundo, puede resolver sólo con sus propias fuerzas, por poderosas que sean. Es algo que bien ha podido comprobar George Bush.
http://www.abc.es/20081106/opinion-confidencial/alla-sueno-americano-20081106.html
miércoles, noviembre 05, 2008
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