jueves 13 de noviembre de 2008
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
Falsa e innecesaria alarma
No es verdad que el canon gallego a las grandes centrales hidroeléctricas vaya a elevar el precio del recibo de la luz, y, por tanto, sean los consumidores finales quienes acaben pagando de sus bolsillos los 12 millones de euros que piensa recaudar la Hacienda autonómica gallega por ese concepto. Pero vayamos por partes.
Para empezar, se trata de un impuesto extrafiscal, por lo mismo no repercutible en la tarifa, aun cuando haya quien discuta ese extremo. Pero, independientemente de que fuese o no fuese así, examinemos qué repercusión podría tener en la tarifa eléctrica el citado canon, a fin de demostrar la vacuidad argumental de promover un debate sobre algo que no tiene efectos prácticos para los consumidores y lo único que hace es crear una falsa e innecesaria alarma social.
En España la tarifa eléctrica es única para todo su territorio, la fija el Ministerio de Industria, previo informe no vinculante de la Comisión Nacional de la Energía. Estos días se habla mucho de la subida del 31% propuesta por la CNE; calificada de "barbaridad" por el ministro Miguel Sebastián.
El peso de la energía hidroeléctrica en la estructura de la producción eléctrica en España ha ido disminuyendo hasta suponer el 7% aproximadamente, correspondiéndole el mayor peso al carbón y al ciclo combinado, como se puede fácilmente comprobar en los últimos informes oficiales a este respecto o en los últimos boletines de Red Eléctrica Española. Esto quiere decir que el impacto de los costes de la producción de energía hidroeléctrica en la fórmula matemática que se utiliza para calcular la tarifa es pequeño.
A su vez, y dado que Galicia aporta en torno al 17 por ciento del total de la energía hidroeléctrica producida en España, la repercusión de los 12 millones de euros sobre el coste total es inapreciable.
Veamos ahora la cuestión desde otra vertiente. Según cálculos de la CNE, el déficit tarifario -diferencia entre los costes y los ingresos de la energía- se elevará este año a 6.716 millones de euros. El 42% de ese déficit está provocado por las energías renovables. Para cubrir ese déficit crónico, el sistema eléctrico español recurre a préstamos bancarios a 15 años, que son pagados por los consumidores a través de los recargos que las eléctricas ponen en el recibo de la luz. Para el próximo año, los usuarios pagarán por ese recargo 1.690 millones de euros.
Suponiendo -lo que es mucho suponer puesto que no puede ser así- que los 12 millones del canon gallego se añadieran al recargo causado por el déficit tarifario, en términos reales no tendría efecto sobre el recibo de cada usuario.
Pero, además de lo hasta aquí expuesto, resulta que la energía hidráulica es la más barata de producir, y se está beneficiando, que no perjudicando, de la tarifa única. Con lo que, de nuevo, el impacto del canon gallego sobre el recibo de la luz sería inexistente.
Esto es lo que hay.
Intentar generar un estado de incertidumbre en la opinión pública, a partir de dar por hechos efectos que en la realidad no se van a producir, es de una irresponsabilidad manifiesta. Convertir en un problema lo que no puede serlo por razones objetivas, no forma parte del mandato que los diputados en el Parlamento gallego recibieron del pueblo en junio de 2005. ¿A qué juegan algunos?
http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=1066&idNoticiaOpinion=364186
miércoles, noviembre 12, 2008
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