miercoles 19 de noviembre de 2008
LUIS POUSA
CELTAS SIn FILTRO
Al borde de un ataque de...
Le ha faltado tiempo a la oposición y su claque para acusar al Gobierno gallego de "complacencia" e "indiferencia" con la crisis económica. Y todo porque los datos estadísticos confirman que la economía gallega sigue comportándose mejor que la media española y la media de la eurozona, al crecer un 0,1 por ciento el tercer trimestre, lo que en términos interanuales se traduce en un aumento del PIB del 1,6%. No es la peor de las noticias en un escenario de crisis generalizada, que también golpea a Galicia con fuerza: en el tercer trimestre de 2007 la economía gallega había crecido a un ritmo de 4,1%.
La irritación de los dirigentes populares y sus allegados teleológicos, porque los datos no confirmen de una vez por todas sus expectativas partidistas y electorales de que las cosas en este país vayan rematadamente mal, les ha colocado al borde de un ataque de nervios. Tal es la tensión a que están siendo sometidos por su indisimulada estrategia del cuanto peor, mejor.
En efecto, el hecho de que la economía gallega haya crecido algo, por muy poco que sea, en el tercer trimestre, le permite finalizar el año 2008 sin haber entrado en recesión, sea cual sea el resultado correspondiente al cuarto trimestre (técnicamente se considera que una economía ha entrado en recesión si crece negativamente durante dos trimestres seguidos). Y eso enfada a la oposición.
Pero es que, además, las declaraciones de los dos máximos cargos del Gobierno gallego están lejos de haber caído en la trampa pueril de la "complacencia". Prueba de ello es lo que textualmente dijeron ambos al ser requeridas sus opiniones.
El presidente Touriño se ha limitado a subrayar "el diferencial" positivo del PIB gallego en comparación al español y europeo (un dato objetivo), lo que "permite afrontar el futuro y el presente con mayor grado de confianza" (un razonamiento consecuente con el dato objetivo). Además, el presidente no niega lo que está pasando, pues reconoce que "la crisis es ineludible" y le preocupa dar con "las medidas y capacidad de respuesta". Por su parte, el vicepresidente Quintana opina que Galicia "tiene datos favorables de crecimiento incluso en momentos de crisis".
Son palabras comedidas, alejadas de cualquier nube de euforia, coherentes con el comportamiento que ha tenido hasta ahora la economía gallega y con la actitud decidida que ha mostrado la Xunta para enfrentarse a los problemas. Porque es de justicia reconocerle al Gobierno gallego que si de algo no puede ser acusado es de mostrar "indiferencia" ante lo que está pasando.
Mucho antes de que otras comunidades autónomas siguieran pasos parecidos, la Consellería de Economía puso en marcha un plan de inversiones en obra pública para compensar los efectos de la explosión de la burbuja inmobiliaria sobre la construcción. El Igape se ha convertido en una herramientas de canalización de liquidez hacia las pequeñas y medianas empresas, y las entidades financieras gallegas, sobre todo las dos cajas, han abierto líneas de crédito a corto y medio plazo para que las pymes puedan seguir desarrollando su actividad.
Es probable que lo puesto en marcha no resulte suficiente y tenga que tomar nuevas medidas, pero es positivo que la Xunta en ningún momento estuviese a "verlas venir" y le haya plantado cara a la crisis.
http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=1072&idNoticiaOpinion=366254
martes, noviembre 18, 2008
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