martes, noviembre 11, 2008

Carlos Luis Rodriguez, Vuelve el "y punto"

miercoles 12 de noviembre de 2008
CARLOS LUIS RODRÍGUEZ
a bordo

Vuelve el 'y punto'

La mayoría de los gallegos no tenemos claro si ese instituto de crédito del que habla Quintana es saludable o superfluo. Como profanos que somos, sólo podemos guiarnos por lo que existe ahí afuera, por las propuestas que florecen en relación con la crisis y por la respuesta que le da a la iniciativa el presidente Touriño.

Organismos de este tipo no son ninguna excepción en nuestro orbe inmediato. España tiene un ICO, y Cataluña su Institut Català de Finances, sin que ni uno ni el otro fuesen maquinados por ningún nacionalista furibundo. Pero es que, además, la idea quintanista coloca a su autor entre los dirigentes más moderados y aburguesados del occidente, lejos de las propuestas marxistas de Bush y lejísimos de esas decisiones de Gordon Brown que habrán hecho saltar de alegría a Lenin en su mausoleo.

Sin embargo, es la reacción presidencial el mejor indicativo de que el líder del BNG no se equivoca del todo. ¿Qué dice don Emilio? Que los tiempos que corren no están para autarquías ni nacionalismos económicos. Si eso supone descartar como innecesarias las iniciativas que se tomen a escala autonómica, ya puede ir retirando las medidas de su conselleiro de Economía.

Por alguna razón, al presidente le interesaba mirar hacia el tendido moderado para mostrarle que a su socio no se le puede dejar solo. Por alguna causa, el presidente quería dejar claro que el territorio de las grandes propuestas económicas es suyo, y que el nacionalismo tiene cometidos más prosaicos, domésticos, caseros.

Lo malo es que se olvida de aportar argumentos. Esa forma de zanjar los debates tan típica del fraguismo, no vale en una situación como ésta en la que todos los viejos dogmas económicos se están derrumbando, y se reclama de nuevo que la imaginación suba al poder. Hablar sin más de autarquías es como lanzar un anatema, sin entrar en lo sustancial del asunto.

Cuestión aparte es la acusación de electoralismo con la que el presidente pretende apuntillar al ICO con grelos. A este paso, va a ser electoral cualquier medida, proyecto o plan que no sea presentado por la sección socialista del Gobierno gallego. Sólo cerrando la boca en un perpetuo voto de silencio, podrían Feijóo y Quintana evitar ser acusados de semejante pecado, aunque en tal caso algún portavoz presidencial se quejaría de lo poco que discurren nacionalistas y populares para salir de la crisis.

La paja en ojo ajeno, la viga en el propio. Hace poco se presentó como acto institucional una visita ministerial de cuyos fastos se excluyó deliberadamente a los alcaldes populares del lugar. Al parecer, eso no es electoralismo y sí lo es en cambio presentar el famoso instituto, pedir rebajas fiscales o apostar por la fusión de las cajas.

Los gallegos profanos que no tenemos claro si ese organismo viene a cuento, sí vemos que los grandes dirigentes mundiales están perdiéndole el miedo a los tabúes mantenidos por los sumos sacerdotes de la economía. Nacionalizaciones, intervenciones, regulaciones se desempolvan sin rubor para ensayar métodos que sustituyan a los que han fracasado.

Un instituto de crédito oficial ni siquiera pertenece a las antiguallas que yacen en el baúl, sino que es algo que funciona en España y en varias comunidades. No es a Quintana a quien hay que reprender por revolucionario, sino a Touriño por conservador. Autárquico es el que se encierra en viejos conceptos. Sólo falta que la próxima vez se diga el célebre y punto.

http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=1065&idNoticiaOpinion=363817

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