miercoles 18 de junio de 2008
El nacionalismo como refugio
Wifredo Espina
L APORTA, presidente del Barça, ha buscado refugio en el nacionalismo catalán. Ante la tormenta de críticas que le está cayendo por los pésimos resultados deportivos de su equipo y ante la importante moción de censura, interpuesta con el apoyo de muchos socios, que tiene que afrontar, se agarra, como tabla de salvación, al nacionalismo, haciendo un flaco favor a este y olvidando que no todos los socios, seguidores y simpatizantes de ese gran Club que es el Barça, comparten esta ideología política.
Para salvar su presidencia, Laporta ha acudido a nombrar entrenador de su equipo de fútbol al popular y apreciado jugador Pep Guardiola, de marcada tendencia nacionalista, y, sin venir a cuento, al separatista grito público de “Visca Catalunya lliure!” (“¡Viva Cataluña libre!”). Como también se decía en la prestigiosa tertulia televisiva “El matins”, que dirige el buen profesional Josep Cuní, Laporta está buscando “refugio”, en sus horas de tormenta, en gestos como estos.
Mala señal cuando, para salvarse de unas críticas merecidas deportivas, hay que valerse de estas estrategias políticas. Y mal favor a la causa del legítimo nacionalismo catalán cuando se le hace servir de refugio personal por la carga de emotividad que despierta en algunos sectores minoritarios pero altamente combativos. Ni Pep Guardiola debiera permitir que nadie (y menos cuando ha fracasdo) se escudara en su buena fama deportiva, ni el nacionalismo político catalán debería tolerar ser instrumentalizado por intereses personales de quien no ha sabido ejercer bien su presidencia al frente de ese Barça que, por ser “más que un Club”, debe estar por encima de ideologías y partidismos políticos.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4685
miércoles, junio 18, 2008
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