miércoles, junio 25, 2008

German Yanke, Justicia y consenso

miercoles 25 de junio de 2008
Justicia y consenso

Germán Yanke
Nos desayunamos con un escándalo como el de la ineficiencia de la Justicia y, al mediodía, parece que lo hemos olvidado. Hemos sabido en los últimos meses cómo la ausencia de un sistema informático adecuado puede dejar en libertad a un criminal, cómo los expedientes se acumulan, cómo se dejan abandonados documentos confidenciales, cómo faltan juzgados y jueces (que no se “producen” automáticamente). Todo ello, además, en un escenario en el que la politización de la Justicia —hemos padecido más que vivido los espectáculos del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional— aumenta la desconfianza de los ciudadanos hasta cotas de espanto. Es evidente que hay cuestiones urgentes y graves, pero no deja de ser sorprendente que este tema, el de la Justicia, no esté en la cabeza de las agendas políticas.
Unos primeros gestos entre el Gobierno y la Oposición parecieron quedar aparcados en la disyuntiva de si era antes el huevo o la gallina, la renovación de los miembros de las dos instituciones citadas o la modernización del sistema. O si se pedía consenso para lo que era imprescindible y se negaba para lo que era necesario. Pero esa, siendo importante es una batalla entre partidos. Entre partidos que se deben a los ciudadanos y que deben afrontar una cuestión fundamental, en cuanto el correcto e independiente funcionamiento de la Justicia afecta directamente a la garantía de los derechos.

El PP, como consecuencia de su proceso de renovación, acaba de perder a quien ha venido siendo su portavoz parlamentario en la materia, Ignacio Astarloa. Una pena, porque de su conocimiento del asunto desde antaño podían esperarse aportaciones interesantes en este nuevo periodo que se espera de entendimiento y Pactos de Estado. Su sustituto, Federico Trillo, aunque en el intermedio ha desempeñado otros cometidos, es recordado por los que no han perdido la memoria como el aguerrido parlamentario que, hace alrededor de quince años, defendía las posiciones del PP en los tiempos de Felipe González. Así que hay algunas renovaciones… memoriosas. Es de esperar que se ponga de inmediato a la tarea y que la buena disposición del Gobierno, que también tendrá que demostrar, hagan que, por fin, se avance en la mejora de la Justicia.

Fue un tema en el que el PP, con mayoría absoluta, se avino al pacto con los socialistas y, en concreto, con el equipo de José Luís Rodríguez Zapatero. Lo apunto porque considero que el resultado final del acuerdo era, para dar carta de naturaleza a una Justicia independiente y eficiente, peor que el programa con el que la derecha había ganado las elecciones. No lo llevó a cabo en 1996 porque le faltaban apoyos y tampoco tras los comicios de 2000 porque prefirió el consenso. Lo apunto, insisto, porque es al Gobierno al que, en esta circunstancia (en la que se han agravado muchas cosas y se han constatado los problemas de otras), le corresponde, en primer término, una actitud negociadora y abierta.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=25/06/2008&name=german

No hay comentarios: