lunes 30 de junio de 2008
CHUECADILLY CIRCUS
El barullo del Orgullo y el despistado Marhuenda
Por Luis Margol
Chueca está que arde. Si el año pasado fueron las acusaciones de malversación, despilfarro y abusos dirigidas contra los organizadores del Orgullo, este año la controversia se centra en el extraño cambio de fechas de la referida cita gay. Los blancos de las críticas son dos: el Cogam y el Ayuntamiento de Madrid. Yo añadiría un tercero, la Comunidad de Madrid. De este divertido cambalache no se libra casi nadie.
El próximo fin de semana Madrid será escenario de tres eventos de gran repercusión mediática: el congreso del PSOE, el festival Rock in Rio y la celebración del Orgullo LGTB, dedicado en esta ocasión a las lesbianas. Hasta ahora, la manifestación orgullosa se había celebrado el último sábado de junio, el día más cercano a la conmemoración de Stonewall '69. Sin embargo, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays... (FLGTB) ha decidido cambiar la fecha porque, dice, así lo solicitaron las organizaciones de algunas CCAA. Su presidente, el separatista valenciano Antonio Poveda, afirma que este acuerdo data de hace mucho, aunque por razones aún no aclaradas el anuncio no se hizo hasta el pasado mes de marzo, tres semanas antes de que José Blanco informara de la fecha del congreso del PSOE.
Todo apunta a que Toni oculta algo. ABC y El Mundo se hicieron eco en abril del malestar que habían provocado los cambios. A la sorpresa general siguió la indignación de muchos, que se sienten engañados por la extraña política del Cogam, la principal asociación LGTB madrileña, y consideran que la traslación de la celebración del Orgullo a una fecha tan mala, pues coincide con otros dos acontecimientos que se llevarán la palma mediática, es una traición. A menos que alguna mano negra, por ejemplo la de un miembro de la Ejecutiva socialista apartado en los últimos tiempos de la primera línea política y deseoso de protagonizar un acto de fuerza que le permita no perder el cargo, haya hecho de las suyas para convertir la celebración gay en un evento de afirmación personal y manipular a los que participan en el Orgullo por razones que nada tienen que ver con la carrera de Pedro Zerolo.
En Orgullo Gay Madrid podrán encontrar datos que a mi juicio demuestran con rotundidad que tras el aparente fiasco del Orgullo de este año probablemente haya más, mucho más que simple incompetencia. Entre otras cosas, los autores de esa web denuncian que la coincidencia del Orgullo con el Rock in Rio ocasionará grandes problemas de alojamiento a los que quieran venir a Madrid. A primera vista, parece absurdo que el establishment gay monte una fiesta para que la gente no pueda asistir. Extraño, ¿no creen?
Asimismo, los rebeldes acusan al Cogam de censurar sus comentarios en su página web. Esta vergonzosa manera de proceder es igualmente propia de otras páginas de temática gay, que de forma sistemática borran cualquier comentario crítico. También nos cuentan que, hasta mediados de abril, nadie, ni siquiera el Ayuntamiento de Madrid, que debe otorgar los permisos correspondientes, fue notificado del cambio de fechas. No me extraña, ya que a finales de marzo la página del Cogam aún mencionaba el 5 de julio como "fecha tentativa". ¿Qué esperaban para confirmarla? ¿Acaso instrucciones de Ferraz?
Creo que Toni Poveda falta a la verdad cuando dice que la fecha definitiva se decidió con mucha antelación, pues en realidad no fue hasta la celebración, en abril, de un encuentro estatal de organizaciones LGTB en Gandía, su tierra, que el 5 de julio se impuso de manera formal. El resultado de todo esto es que miles de extranjeros asistirán a un "No Orgullo" en Madrid una semana antes del sarao oficial, dado que compraron sus billetes de avión hace ya un tiempecito, y no creo que Toni y sus amigos estén dispuestos a pagarles un cambio de vuelos.
El desaguisado es tal, que algunos conocidos empresarios gays que años atrás apoyaron sin reservas el Orgullo y zahirieron sin piedad a todos sus críticos (otra cosa es lo que luego comentaran en privado) han protestado y deslizado graves acusaciones contra otros sectores del establishment. Así, Alfonso Llopart, que el año pasado se enorgullecía de haber formado parte de la organización del evento, se revuelve ahora desde las páginas de su revista Shangay Express contra sus antiguos camaradas, quizá porque esta vez no le han dejado poner el cazo:
Ni los vecinos de Chueca, ni los empresarios y comerciantes del barrio, ni AEGAL, ni el Ayuntamiento, pueden decir ni mu. No parece ni justo ni lógico. Son muchas las voces que llevan pidiendo desde hace años una estructura de patronato formado [sic] por los arriba mencionados para organizar las fiestas del orgullo. Eso sí que sería lo más lógico y nos ahorraría muchos de los problemas que, lamentablemente, seguimos teniendo.
A buenas horas, mangas verdes, querido: llevas años insultando a todos los que piden esa transparencia que ahora reclamas. De todas formas, nunca es tarde si la dicha es buena.
La semana que viene comentaré otros singulares acontecimientos que rodean lo que cada vez más personas denominan el Barullo del Orgullo. Por ejemplo, el entusiasmo con que el consejero madrileño Santiago Fisas ha acudido en auxilio del establishment para evitar las pérdidas económicas que el desconcierto provocado por el cambio de fechas pueda ocasionar, precisamente, a quienes lo provocaron. Espero que la largueza que Santi demuestra al administrar el dinero de todos se extienda a otras iniciativas culturales al menos igual de subvencionables, por ejemplo la última película del realizador vasco Iñaki Arteta, una cinta valiente que confiamos cuente con el apoyo del Ejecutivo de Esperanza Aguirre, a pesar del estricto régimen de adelgazamiento impuesto por la presidenta, del que por lo que parece siempre se libran los mismos.
También hablaré de los contratos que los hosteleros y comerciantes de Chueca se ven obligados a firmar con el Cogam y con la polémica organización de empresarios gays que algunos exagerados tildan de "asociación mafiosa", y que en opinión de varios abogados son ilegales (el año pasado varios comerciantes estuvieron a punto de interponer una querella; ahora se arrepienten de no haberlo hecho). Esta grave irregularidad sugiere una escandalosa dejación por parte del Ayuntamiento de Madrid, que año tras año permite que durante una semana Chueca y sus alrededores se conviertan en una especie de República Maribolche Independiente. Y luego dicen del Plan Ibarreche. ¡Demencial!
Por ahora, y como medida preventiva, les recomiendo poner tierra de por medio y huir de este tórrido Madrid tomado por mariprogres, rockeros impenitentes y sociatas como si de la mismísima peste se tratase. A los que les vaya la marcha les invito a acompañarme al congreso del PP catalán, que promete ser la mar de movidito. Ahí estaré con mis amigos Rafa López y Carina Mejías, bautizada recientemente en la sección de marujeo político del diario La Razón como "la coronela". Si esto es todo lo que Alberto Fernández Díaz y su club de fans pueden esgrimir contra la candidatura centrada, que no centrista, del liberal Daniel Sirera ("Contra el nacionalismo, libertad"), están apañados.
Por otra parte, no sabía que ahora la línea editorial de la prensa de derechas pasase por la inhabilitación para hijas y esposas de militares españoles. Mientras el simpático Paco Marhuenda alienta desde las páginas de su gran periódico, que resiste la tímida subida de ABC, una encomiable campaña a favor de las víctimas del terrorismo, algún subordinado indeseable se dedica a hacer lo mismo que se decía de Arzalluz, apuntar para que otros pongan la bala. Carina es una liberal-conservadora de verdad, no de pacotilla, que como dije una vez me reconcilia con la mediocre clase política que padecemos. Sin embargo, mi admiración por ella no llega al punto de desear que, gracias a la frívola ocurrencia de algún redactorzuelo mendaz, su nombre o el de algún miembro de su familia termine en el callejero de la Ciudad Condal. Seguro que la de Marhuenda, fiel amante de una chica muy maja llamada Fair Play, tampoco.
Enquire within: chuecadilly@yahoo.es
http://findesemana.libertaddigital.com/articulo.php/1276235019
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