miercoles 25 de junio de 2008
Alejo Vidal-se-Quadra
POR TOMÁS CUESTA
SI al freír será el reír, como sentencia el refranero, más de uno y de dos se habrán quedado fritos -y con la risa floja varada a flor de dientes- al contemplar, con estos ojos que se ha de comer la tierra, al señor Vidal-Quadras cantando la gallina en el congreso de Valencia. El señor Vidal-Quadras, cuyo linaje se remonta hasta Guifré el Pilós (o Wifredo el Velloso, lo que ustedes prefieran, que después nos acusan de sacarle la lengua), ha dicho Maria-sí donde decía Maria-no, se ha apeado del burro de los reproches altaneros y ha tascado el freno de las impertinencias pertinentes. El rebelde con causa (la verdad es que no siempre; su rebeldía, a veces, desprendía un tufillo a vanidad insatisfecha); la víctima que Aznar arrojara a las fieras; el insomne vigía de la España eterna, se ha enmendado la plana, ha arriado la cresta y ha decidido cambiar de ponedero. Ahora pondrá los huevos en la beatitud de Génova cuando antes los ponía encima de la mesa. Se iba a jugar la vida, la hacienda y la carrera, y ha acabado jugando a la gallinita ciega. No ha estado mal, en fin, la jugarreta.
Pues para ese viaje, que ha sido un paseo, no hacían falta alforjas; si acaso, anteojeras. Alejo Vidal-Quadras, la voz acusadora que ronqueaba en el desierto, ha achantado la mui, ha recogido velas y se ha Quadrado ante el jefe disciplinadamente. En lugar de la palma del martirio se ha ganado el laurel con el que se distingue a los que han hecho voto de obediencia, que otros votos no ha habido en la teofanía marianesca. Y se ha llevado a casa unas migajas del pastel que han pasteleado los afectos. Menos es nada, por supuesto, y, en los tiempos que corren, el que no corre, vuela. Muchas horas de vuelo tiene Alejo y más que va a tener si encabeza la lista de los comicios europeos. ¿O es que Vidal-Quadras (mejor Vidal-se-Quadra, por aquilatar sus méritos) se va quedar aquí, en estas parameras, repartiendo candela a los aldeanismos periféricos? Sería igual que echarles margaritas a los cerdos. Vidal-se-Quadra, justo es reconocerlo, es un pico de oro, un mago del ingenio, un chorro de elocuencia. Es munición de boca de calidad suprema. Un misil dialéctico que en Estrasburgo luce tela y, en los días de cobro, reluce y centellea. ¿Quieren saber la cifra? Ni pajolera idea. Depende de las sinecuras y los momios, de los viáticos y de las prebendas (por cierto, los viáticos, en castellano transparente, es lo que, en parla turbia, se ha dado en llamar dietas; no sea que alguien rumie que es una fúnebre ocurrencia). En cualquier caso, en Estrasburgo y en Bruselas quedarse boquiabierto sale a cuenta. Calculen ustedes que un bostezo no debe bajar de los mil euros.
Así pues, hagan cuentas y entenderán por qué Vidal-se-Quadra le ha echado tanto cuento. «Ande yo caliente y ríase la gente», «Poderoso caballero es don Dinero», dictaminaron, al unísono, Góngora y Quevedo que sólo en ese punto, y en el odio cerval, se pusieron de acuerdo. Alejo -¡ay, Alejo!- se ha desmarcado de los críticos con la vertiginosa picardía de un delantero centro (¡mecachis en la mar, ya salió el centro!) y ha chutado a romper contra su propia meta. ¿Contra su propio mito o contra su propia meta? El calambur es tentador, pero tampoco lo merece. Si de lo que se trata es de rizar el rizo balompédico, en previsión de gestas venideras, pongamos que ha bordado el peloteo. Por lo demás, lo que ha ocurrido es que Vidal-se-Quadra se ha enfundado la bata de aquellos «botiguers» tan típicos y tópicos de la fantasmagoría de su tierra. Hace ya un siglo, Santiago Rusiñol, en «L´auca del senyor Esteve», compuso un retrato magistral, entreverado de dulzura y mala leche, de las grandezas, pocas, y las muchas miserias, que confluían en la figura de un tendero. Salvando las distancias, pero no los muebles, Vidal-se-Quadra, tal cual el Estevet, se limita a emplear dos de las cuatro reglas: suma y multiplica con singular destreza. Prohibido restar. Y dividir, ni en sueños
http://www.abc.es/20080625/opinion-firmas/alejo-vidal-quadra_200806250346.html
miércoles, junio 25, 2008
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