domingo, junio 29, 2008

Villacañas, Apuntaciones sobre el antifranquismo violento

lunes 30 de junio de 2008
Últimas apuntaciones sobre el antifranquismo violento

Antonio Castro Villacañas

P ESE a cuanto ahora se diga en la mal llamada "memoria histórica",
muestra declarada de la conocida tarea de agitación y propaganda marxista, la verdad es que el maquis no tuvo nunca, tanto en su versión urbana como en la campesina, el apoyo popular esperado por los mal informados políticos que lo organizaron desde sus cómodas guaridas del exilio. Por el contrario, produjo una airada reacción en el pensamiento y la palabra de quienes poblaban los territorios afectados por la actividad de cuantos con sus hechos demostraban ser más y mejores "bandoleros" que "libertadores". El simple desarrollo de los acontecimientos hizo, además, que por lo general fuera disminuyendo el escaso apoyo primero hasta que en la práctica dejó de existir a lo largo de los cinco años siguientes a su inicio.

Las "partidas armadas" antifranquistas fueron desde el principio acosadas por la reacción popular de "somatenes" y "contrapartidas", organizaciones que sin demasiado esfuerzo promovió el franquismo en las zonas rurales para suplir o ayudar a la Guardia Civil en su normal tarea celadora del vigente orden público. Poco a poco, las mal llamadas "guerrillas" fueron relegadas a las zonas más despobladas y agrestes del territorio nacional, hasta que fueron eliminadas por la muerte o captura de sus miembros o su huída a Francia.

Sin que esto suponga más que un ejemplo de la corta vida y valía de la tan hoy ponderada "guerrilla", merece la pena tener en cuenta que las partidas de la zona Centro-Extremadura dejaron de existir, o al menos de notarse, en septiembre de 1946, a los pocos meses de haberse formado. La Agrupación Guerrillera de Levante duró algo más, pero ya en noviembre de 1949 perdió la mayor parte de sus efectivos, refugiados en su campamento base de Cerro Moreno, en el término municipal de Santa Cruz de Moya, en la serranía de Cuenca, desde donde habían actuado en esa provincia y en las de Teruel y Valencia...

El PCE, visto el escaso resultado obtenido por la acción armada y violenta del maquis, decidió en el mes de octubre de 1948 proceder a su progresiva sustitución por otro tipo de acción opositora. La verdad es que los maquis no lograron levantar ni mantener organizaciones estables en ninguna de las zonas donde hicieron acto de presencia.
Debido a ello, a partir de 1952 habían dejado prácticamente de existir en las zonas rurales. El último grupo actuante en la zona centro huyó a Francia en 1955, sin haber dado señales claras de existencia en los tres años anteriores.

En Cataluña, centrados en Barcelona, algunos grupos anarquistas se mantuvieron hasta el comienzo de los años sesenta dedicados al atraco de bancos, pero tanto por su ideología como por sus hechos no está claro que los Facerías, los Sabater y los Caraquemadas puedan considerarse en realidad maquis.

Termino esta apuntación resaltando que la aventura del maquis demuestra que al franquismo no se le pudo vencer por las armas. El comunismo pasó página y comenzó a utilizar otras tácticas y estrategias, todas ellas coincidentes en fomentar disidencias y ambiciones disfrazadas de ilusiones democráticas. Encontraron tierra abonada en ciertas filas de la derecha cristiana. Pero de este tipo de operaciones antifranquistas tendré que ocuparme en sucesivas apuntaciones.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4705

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