Marcello, El vals de los super ratones

viernes 27 de junio de 2008
El vals de los súper ratones

Menudo día escogió Ibarretxe para anunciar e referéndum ilegal contra España, en plena euforia nacional por la clasificación de los súper ratones colorados, o amarillos, de la selección nacional de fútbol para la final de la Eurocopa, donde nos espera Alemania escondida bajo la cama. Y Urkullu, ese pobre hombre del PNV al que nadie hace caso ni en su partido ni en el gobierno de Vitoria, qué oportunidad perdió de haberse callado en vez de declarar su infame apoyo a Rusia.
La foto de hoy de Ibarretxe con los pro etarras del PCTV va a parecer un chiste de mal gusto, o una noticia más propia de la sección de sucesos o de tribunales que de interés nacional. A lo mejor piensa el lehendakari que los españoles, que ahora se sienten los campeones del fútbol europeo, se van a dejar impresionar por la bravatas de este raro personaje que derribará de un plumazo y en tiempo récord el Tribunal Constitucional. Y mientras tanto la Real y el Alavés en segunda división, y el Athlétic sin pasar de la mitad de la tabla en la primera.

Sí, ya sabemos que el fútbol no lo es todo, pero en la política como en el deporte, hay que saber escoger los tiempos para lanzar iniciativas y, con mayor motivo, si se trata de armar ruido y meter miedo. Y a Ibarretxe se le ha ocurrido lanzar su “consulta nacional” el mismo día en el que España entera, en el País Vasco también, celebra la presencia de los súper ratones del fútbol europeo en la final de la Eurocopa. Otro gran partido en el que Urkullu, por supuesto, apostará por Alemania. Va listo.

Los súper ratones coloraos son invencibles. Es verdad que frente a Rusia, y a pesar del cuatro a uno de la primera vuelta, se pasaron un primer tiempo un tanto desconcertados por la invasión del centro del campo por el ejército rojo moscovita. Pero, poco a poco, la furia inicial y ordenada de los rusos se fue desmoronando y, finalmente, apareció el buen juego estilista de los obedientes y preciosistas ratones de Luís, y la orquesta española, esta vez de amarillo, empezó a sonar como una compenetrada y brillante sinfónica camino de la final.

Dicen los expertos que España ha jugado un segundo tiempo memorable, con tres golazos de salón y un mareo del balón y de los adversarios nunca visto en una semifinal. Los ratones, rápidos, bajo la lluvia, con el campo pesado y resbaladizo, no perdieron pié, dibujaron sus líneas como trazadas por rayos infra rojos, triangularon y clavaron el balón, una, dos y tres veces en la red de los adversarios. Los que, a quince minutos del final, pedían a gritos que se acabara el partido y su particular humillación, mientras los ratones colorados los bailaban, en el césped de Viena, a ritmo de vals.

La verdad sea dicha, la selección rusa no era, ni mucho menos, merecedora de alcanzar la semifinal, pero se coló en un descuido de Holanda. Pero ya no daba más de sí. Y, pasado el primer tiempo, se vino abajo y se entregó a los campeones, a los que ahora les espera el rocoso equipo alemán. No más rocoso ni peligroso que el de Italia, pero sí tan experimentado, en este tipo de partidos cruciales y definitivos, como el que nos espera el domingo en la capital austriaca. Aunque los súper ratones de Luís Aragonés, ya nada les impresiona, tienen alta la moral y, en este momento, ya son los campeones morales de la Eurocopa, como lo ha podido comprobar el mundo entero. En realidad solo les falta un valsecito más.


http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=27/06/2008&name=marcello