jueves, junio 26, 2008

Por una vez que acierta la ministra de Igualdad...

27-VI-2008
Por una vez que acierta la ministra de Igualdad...

Es evidente la renuencia de Fernandez de la Vega por tratar la cuestión de fondo planteada por Aído, que no es otra que si el derecho a la diversidad puede sustituirse por la diversidad de derechos por razones culturales o religiosas

Tras destacarse con propuestas tan delirantes como la inclusión de la palabra miembra en el diccionario, la disposición de un teléfono para que los hombres violentos canalicen su agresividad o la creación de bibliotecas para mujeres, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha hecho unas declaraciones de lo más oportunas.

Así, en un foro de la Alianza de Civilizaciones, la ministra ha llamado la atención sobre cómo "los hombres árabes o musulmanes pueden vestir al modo occidental", mientras que las mujeres deben llevar "vestidos largos que les tapan el cuerpo y también un pañuelo sobre la cabeza que les cubre el cabello". En este sentido, la ministra ha considerado "que no todas las prácticas culturales tienen que ser protegidas", añadiendo que "se deben arbitrar los elementos necesarios para contribuir a eliminarlas".

Por una vez que Aído se descuelga con unas declaraciones llenas de sentido común, en lugar de hacerlo con ideas tan peregrinas como las que nos tenía acostumbrados, va la vicepresidenta Fernández de la Vega y le enmienda la plana señalando el respeto del Gobierno hacia la tradición del "velo islámico".

Resulta llamativo que un Gobierno que presume de laicismo y de feminismo muestre tal respeto hacia un símbolo de sumisión de la mujer al hombre, como constituye el velo islámico. Claro que para un Gobierno que hace pasar el adoctrinamiento ideológico y sectario de Educación para la Ciudadanía como si de la instrucción de los valores constitucionales se tratara, no es de extrañar que enmarque el uso del velo islámico como si fuera una manifestación de libertad de la mujer para vestir como le da la gana.

En cualquier caso, es evidente la renuencia de Fernández de la Vega por tratar la cuestión de fondo planeada por Aído, que no es otra que si el derecho a la diversidad puede sustituirse por la diversidad de derechos por razones culturales o religiosas. Sin hacer la menor referencia a los riesgos que entraña el multiculturalismo para una sociedad abierta y plural, como la nuestra, Fernández de la Vega se ha limitado a expresar su respeto a una "tradición"; una tradición que significa todo menos esa igualdad entre hombres y mujeres que está en la raíz de nuestro ordenamiento constitucional.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_44242.html

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