Con el agua al cuello

viernes 13 de junio de 2008
Con el agua al cuello
El presidente del Gobierno se ha tenido que ver con el agua al cuello para intentar poner orden en una semana caótica para muchos ciudadanos españoles.
Puedo comprender que el Gobierno no haya querido sembrar la alarma y haya mandado mensajes tranquilizadores. Puedo aceptar que la virulencia y el impacto del paro de los transportistas está siendo mayor de lo que auguraban hasta los más pesimistas. Me parece incluso bien que el Ejecutivo se resista y no acepte algunas de las peticiones de estos pequeños empresarios, que pueden hipotecar el futuro de este sector y de otros muchos. Fijar tarifas mínimas que garanticen que estos empresarios no tienen pérdidas, como piden los convocantes del paro, sería un ataque a la libre competencia y un paso atrás en la liberalización económica.
Pero lo que no puedo entender es que Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba, Magdalena Álvarez, y la retahíla de ministros y altos cargos que pagamos con el Presupuesto público y que tienen responsabilidades en este conflicto, no hayan sido previsores y hayan puesto los medios necesarios para que el derecho al paro, cierre patronal o huelga de unos, no suponga ahogar miles de negocios de otros.
Las retenciones kilométricas que miles de ciudadanos han soportado en las entradas a las grandes ciudades para llegar finalmente tarde a sus puestos de trabajo; los problemas de abastecimiento en muchos pequeños, medianos y grandes comercios; los salarios que se van a dejar de cobrar porque las fábricas han tenido que hacer paros técnicos; los kilos de fruta, hortaliza y verdura que se han estropeado porque no han podido llegar a su destino; los litros de leche que se ha derramado y que se dejarán de recoger, ¿se podrían haber evitado? Probablemente no del todo, pero probablemente también si el Gobierno hubiera cumplido su obligación y desde el primer momento hubiera garantizado la circulación de aquellos que no están huelga, los efectos no hubieran sido los mismos. Espero que Zapatero haya aprendido la lección porque las protestas no han hecho más que empezar.

http://www.abc.es/20080613/opinion-firmas/agua-cuello_200806130252.html