Hagamos saber a los políticos el dinero que nos cuestan
En algunas autonomías españolas ya se entregan (o se van a entregar) a los ciudadanos "facturas informativas" para que sepan el enorme coste que representa la sanidad pública. Cada vez que usted visite a su médico, recurra a Urgencias, sea operado o reciba un tratamiento sanitario, el gobierno le enviará una factura para que sea consciente de lo que gasta y lo valore.
Como demócrata, propongo que hagamos nosotros lo mismo con nuestros políticos y que cada vez que un ministro se sube a un coche oficial y se desplaza interrumpiendo el tráfico, movilizando aparatos de seguridad y vigilancia, le hagamos llegar una "factura informativa" para que sepan lo que nos cuesta a los ciudadanos mantener sus lujos y privilegios. Deben recibir facturas informativas cada vez que movilizan a esa legión de asesores y escoltas que les acompañan o cuando utilizan buena parte de los recursos policiales para que vigilen sus hogares y cuiden su patrimonio, cuando utilizan un avión para desplazarse, incluso cuando cobran sus elevados sueldos y pensiones privilegiadas.
Si tuviéramos que enviar facturas informativas a Zapatero por lo que nos ha costado su presidencia, acabaríamos, quizás, con el papel disponible porque nos ha costado demasiado: desprestigio internacional, pérdida de la prosperidad, avance de la pobreza, desempleo masivo, desconfianza, tristeza, etc. Si nos limitamos a los gastos habituales, Zapatero debería recibir facturas informativas de lo que le cuesta a los españoles sus vacaciones de verano en Doñana, a donde se desplaza con decenas de servidores públicos y de policías. Los presidentes del Congreso y del Senado deberían recibirlas para que todas sus señorías sepan lo que nos cuesta a los simples y desvalidos ciudadanos su ordenadores portátiles, tablets, tarjetas de crédito , teléfonos de última generación, vigilancia, transportes y otros muchos privilegios de diputados y senadores. Los presidentes autyonómicos y alcaldes deberían recibir facturas informativas para que valoren la millonada que nos cuestan sus televisiones autonómicas y locales, caprichos que no sirven para otra cosa que para inundar la sociedad con propaganda y manipulación.
Los secretarios generales de los partidos políticos deberían recibir facturas informativas de lo que nos cuestan sus poderes desproporcionados y privilegios, una millonada, ya que todo se paga con el dinero del contribuyente, no con las cuotas de los afiliados.
Dicen que las facturas informativas sanitarias, que por el momento no se abonan, son para que tomemos conciencia del alto costo de los servicios sanitarios, que son una especie de advertencia para que no abusemos. Otros dicen que en realidad el paso previo al "copago", que realmente sería un doble pago, ya que la sanidad ya la pagamos con nuestros impuestos. Nuestras facturas informativas a los políticos deberían ser consideradas también una información para que tomen conciencia de lo que ellos le cuestan a un pueblo al que, por su impericia como gobernantes, han conducido hasta la pobreza, quizás un aviso previo a la justa y necesaria abolición de los "privilegios de clase" de los políticos de la España del presente, superiores, con gran diferencia, a los privilegios disfrutados por la nobleza, el clero y la milicia en tiempos del absolutismo monárquico, cuando, como ahora, esas clases privilegiadas disfrutaban de fueros especiales, ventajas fiscales exclusivas y hasta una Justicia hecha a medida, que les convertía en casi impunes.
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