lunes, noviembre 21, 2011

Cesar Vidal, A la voz de ya

El faro
A la voz de ya

21 Noviembre 11


César VIDAL

Hablemos claro, que ya somos todos adultos, que estamos en edad de votar y que nadie tiene derecho a ocultarnos la realidad por miedo a hacernos pupita. Independientemente de los resultados de las elecciones, del número de diputados de cada formación o de si vuelves a casa por Navidad, SÍ O SÍ, España tiene que acometer tres reformas en los próximos días. No digo meses ni años sino días. La primera es recortar drásticamente el gasto público de las administraciones para conseguir el objetivo de déficit; la segunda es llevar a cabo una reforma del sistema financiero que permita que el crédito fluya a las empresas y las familias antes de que unas y otras lleguen a una situación de ruina de la que no podrán salir, y la tercera es flexibilizar la legislación laboral de manera que se reduzca una cifra de paro que, en los mejores momentos, es no menos del doble de la que presenta el resto de naciones de la Unión Europea. Esas reformas no pueden, bajo ningún concepto, ser impedidas ni obstaculizadas por instancias privilegiadas a las que cabe atribuir una parte no pequeña del marasmo en que nos encontramos y que incluyen a los sindicatos que viven de nuestros impuestos y que han mantenido una normativa que multiplica los parados; a los nacionalistas capaces de cerrar quirófanos y de desatender a los ancianos a la vez que duplican el presupuesto para el doblaje de películas al catalán; o a los políticos que han gastado sin tino en proyectos absurdos a la vez que procedían a quebrar caja tras caja sin que ninguno se haya sentado en el banquillo a rendir cuentas. Esas reformas no pueden esperar a agotar un plazo que concluye el 13 de diciembre y que impediría formar gobierno antes del 20 del citado mes. Esas reformas tienen que iniciarse ahora aunque esa circunstancia exija que, por una vez, el Rey cite a las fuerzas políticas con premura para llamarlas a trabajar por el bien común y por encima de los intereses partidistas. Esas reformas tienen que ponerse en marcha antes de que la Unión Europea decida que no somos capaces de gobernarnos y que, por lo tanto, nos tiene que imponer una purga de caballo que recordaremos por los siglos de los siglos. Si no se sigue ese camino y a esa velocidad, con cinco emisiones de la deuda pública que nos esperan antes de las Navidades, nada ni nadie puede garantizar que no nos encontraremos en quiebra antes de concluir el presente mes. Entonces volveríamos a 1959, el año en que hubo que acometer un ineludible Plan de Estabilización porque la economía española estaba en la ruina tras dos terribles décadas del socialismo con camisa azul de la Falange. No es hora de que se equivoque nadie. Que comiencen las reformas a la voz de ya.


http://www.larazon.es/noticia/2794-a-la-voz-de-ya

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