Cambio de ruta
Manuel Molares do Val
España no ha dado un giro radical de 180 grados, sino que ha tomado el camino que podría haber emprendido desde 2004 Alfredo Pérez Rubalcaba de haber sido primer ministro, y no José Luís Rodríguez Zapatero.
Muchos de quienes conocen al candidato socialista derrotado no se explican por qué se sumó a la aventura zapateril, cuando los antiguos socialistas como él sabían que era un joven inexperto y poco preparado, cuyas únicas virtudes eran un mesianismo ingenuo y místico, y una presencia atractiva que tapaba su gran vacío ideológico.
Posiblemente, y tras ocho años de gobierno del PP, 1996-2004, el PSOE creyó que cualquier medio era bueno para recuperar el poder, y que una vez en él podría tutelar al nuevo líder.
Se equivocó: cegado por los halagos, las hagiografías y la autocomplacencia, Zapatero adquirió un poder absoluto, se rodeó de personas menos preparadas aún y se propuso ser líder planetario.
España, el país 47 en PIB per cápita, se convertía en el segundo donante del mundo en numerosas iniciativas humanitarias, mientras iba descapitalizándose rápidamente, lo que encubría pidiendo créditos internacionales.
Zapatero abanderaba todas las causas periodísticamente atractivas, desde el amor entre culturas presuntamente antagónicas hasta la protección de mujeres y homosexuales en extraños y lejanísimos países.
A la vez lanzaba iniciativas sobre derechos de minorías no adoptados aún en países de mucha mayor historia democrática: se trataba de repetir desde un apostolado laicista el papel de la antigua España misionera del catolicismo.
Y este país predicador, gestionado por indoctos apparatchiks socialistas, y con el viejo PSOE de Rubalcaba silencioso, fue hundiéndose en medio de una gran borrasca económica internacional.
Rajoy promete nombrar para su gobierno a personas más preparadas que él. Quizás nos ahoguemos antes de comprobarlo, porque nos hundimos.
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SALAS
http://cronicasbarbaras.blogs.com/crnicas_brbaras/2011/11/cambio-de-ruta.html
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