Luis Pousa, El empleo es lo prioritario

LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO

El empleo es lo prioritario

El documento correspondiente al bimestre septiembre/octubre del Círculo de Empresarios está dedicado a analizar los Presupuestos Generales del Estado para 2009. El titular elegido por los autores es lo suficientemente expresivo como para que no existan dudas sobre lo que piensa el Círculo de las cuentas para el próximo ejercicio presentadas por el ministro Pedro Solbes: "PGE-09: credibilidad escasa y austeridad insuficiente". Pero los acontecimientos se mueven a tal velocidad que algunas de las posiciones mantenidas en el documento resultan, cuando menos, discutibles y, en todo caso, muy matizables, sobre todo teniendo en cuenta lo que ha pasado en la economía mundial desde mediados de octubre hasta hoy.

La profundidad de la crisis ha obligado a los gobiernos, y no sólo a ellos, también a la Comisión Europea y al Fondo Monetario Internacional, a revisar las políticas económicas, que hasta fechas recientes aplicaban aquellos o recomendaban estos. Políticas económicas que, en gran medida, se vehiculizan a través de los presupuestos.

En estos momentos, lo prioritario para la luchar contra los efectos de la crisis no es garantizar la estabilidad presupuestaria, conteniendo el gasto y el déficit, como propone el Círculo de Empresarios. En contra de lo que en él es habitual, el FMI ya ha reconocido la posibilidad de que los gobiernos apelen al gasto y al déficit a fin de desplazar la curva de demanda agregada hacia la derecha, porque el problema no está en mantener el equilibrio macroeconómico entre oferta y demanda, sino en luchar contra el desempleo. En recientes palabras del premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, dirigidas al presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, lo que en estos momentos necesita con urgencia la economía norteamericana es "un programa de aumento del gasto público para fomentar la producción y el desempleo". Krugman entiende que resulta apropiado incurrir en déficits temporales (entre 1 y 2 años) ante una economía deprimida.

La alusión es muy pertinente, pues resulta que también las economías de los países con mayor peso en la UE -singularmente la española- corren el peligro de que la recesión económica, que se anuncia para el último trimestre de este año y el primer semestre de 2009, derive en depresión.

Es verdad que el Gobierno español, al igual que los gobiernos de los demás países pertenecientes a la zona euro, carece de una política monetaria autónoma y, por lo mismo, no puede modificar unilateralmente el tipo de cambio, pero eso no impide que esos gobiernos se pongan de acuerdo en aplicar políticas coordinadas o que el BCE siga la senda de la rebaja de los tipos de interés marcada por la Reserva Federal estadounidense y la aproximación sea mucho mayor de lo que es ahora mismo.

Con el precio de barril de crudo a 60 dólares, el recorte de la inflación será mucho más rápido y más drástico de lo que se suponía hace apenas un mes. Trichet ya tiene margen de maniobra de sobra para acometer nuevas y más pronunciadas bajadas de los tipos.

El aumento del gasto publico no está reñido con medidas que ayuden a mejorar la competitividad de la economía española ni con conseguir que las exportaciones sean el nuevo motor del crecimiento.

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