Nuria Van den Berghe, Los claxon de la ira

Los claxon de la ira

Nuria Van den Berghe

16 de junio de 2008
¿Por qué vomitan sus fulminaciones contra la huelga de transportistas y de taxistas? ¿Qué dicen, que nos han desabastecido, disparatado y puesto de rodillas a los españoles? No. “Ellos”, los transportistas y los taxistas son “nosotros”. Estamos todos en el mismo equipo. En el de la España que madruga y ni chupa de cargo, de carguillo o de puestecillo. Son de los nuestros y están, estamos desesperados, porque queremos que nos aclaren eso que cuentan de que, el Gobierno Socialista ha aumentado desaforadamente los altos cargos, encareciendo el gasto público. Mientras los españoles las pasamos putas y reputas.

Sabido es que el rojerío es muy fiel a los suyos y a todos quiere favorecer, porque son de ley. Los traidorzuelos son los peperos, que ningunean a los fieles y tienen que ir en busca de una como Pilar del Castillo que, en los ochenta estaba de marxista con mi amigo Leopoldo del Prado en Málaga, tienen que ir en busca de una que no es de los suyos para hacerla Ministra de Cultura y solucionarle la vida. Los socialistas son de ley y se protegen entre ellos como fieras, muy leales. Los peperos pierden el culo por anotarse un fichaje de izquierdas para conseguir la tufarada “progre”, traicionando al voto cautivo de la derecha y suspirando por las farolas por los votos rojillos, tan modernos ellos. ¿Qué a que viene tanta diatriba para ponerme a favor de los huelguistas? Pues porque sí. Porque la subida del carburante no nos tiene por que repercutir, si ZP y sus palmeros quieren que seamos felices y sintamos que, el Gobierno, no está conformado para jodernos y que comentemos las injusticias en la barra de los bares, lo que tienen que hacer es reducir drásticamente el impuesto del carburante. Porque, en verdad, cuanto más se encarece el combustible más ganan los de arriba. Cuando, en una democracia, los gestores de la res pública no se tienen que forrar a costa del pueblo soberano, sino el pueblo gracias a la buena gestión.

¿Que bajar los impuestos del carburante, el IRPF y el IVA, significa el que deje de entrar un buen chorro de millones en las arcas públicas? ¿Y qué? Dineros tienen que sobrar cuando ZP va a la cumbre del hambre y olvidando a los españoles que escarban en los contenedores de los supermercados y en los cubos de basura de los restaurantes, ofrece graciosamente y no me hagan mucho caso si exagero, pero la cifra va por ahí ¡Quinientos millones de euros para “el hambre”! Que viene a significar regalar unos kilos de billetes a los corruptos gobernantes de los países en eterna “vía de desarrollo” que chupan billetes y nunca se desarrollan en lo más mínimo. Créanme y que el Espíritu Santo me perdone si peco de incorrecta, que no de mentirosa. La única solución para los países arruinados en ser protectorados de la ONU o algo similar y que sean los expertos cualificados quienes les enseñen a manejar la caña y gestionen los dineros. Porque, la población se muere de hambrunas, pero todos tienen sus ejércitos bien pertrechados para perpetuar la corrupción más abyecta. Para arroz no hay, pero para balas sí. ¡Vaya con la vía de desarrollo!

¡Ya está bien de malgastar los dineros de la famélica España en hacer caridades con pueblos exóticos! Las caridades primero en nuestra casa, aunque no “den” bien en la foto solidaria, ni les salga de los cojones a nuestros miserables el que, la famosa caritativa de turno, se haga fotos mientras les reparte yogures o visite las escuelas marginales. ¿O es que se creen que, a los transportistas no les duele el corazón al pensar que, quienes sufrimos las consecuencias de la huelga, de cualquier huelga, somos los españolitos de a pie, porque a los Poderosos nunca les va a faltar gloria bendita? ¡Tolerancia cero con los piquetes! Dice ZP ¿Y para cuando tolerancia cero con la banca que ha dejado a los españoles con el culo al aire con las hipotecas? ¡Que se ponga chavista ZP, le de la ventolera y amenace con nacionalizar la banca! ¡Coño! Y el desierto de Almería, dale que te pego con las desaladoras y hectáreas de cultivos para los biocombustibles y que el petróleo se lo coman los cuatro mandriles rijosos de los países productores, que esos si que quieren tener de rodillas al mundo, sin necesidad, porque existen alternativas al petróleo, lo que pasa es que, a las multinacionales no les conviene.

Los transportistas y los taxistas somos todos. Que disminuyan al tiempo gasto público e impuesto sobre los carburantes. Y que se acreciente la prosperidad en nuestra España prohibiendo terminantemente las remesas de dinero al exterior. Los dineros que se ganan aquí, se gastan aquí. De la piel de toro no sale ni un colín. Porque estamos muy faltitos. Por cierto, ZP, ¿No podría usted pedir para nosotros alguna cooperación internacional, ayuda humanitaria o un Plan Marshall? Ir de Quijote mola mucho, pero los claxon de la ira demuestran que somos Alonso Quijano y que estamos pasando más fatigas que un lagarto detrás de una pita.

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