miércoles, junio 11, 2008

Ladron de Guevara, La miembra

jueves 12 de junio de 2008
La miembra

Ernesto Ladrón de Guevara
M E cuidaré mucho de hacer ningún comentario sexista, ni tan siquiera en pensarlo, no sea que venga la policía del pensamiento, o se me eche encima el ministerio de la verdad, perdón, de la igualdad quería decir.

La Ministra del ramo –de la igualdad- ha dicho no se qué de los “miembros y las miembras”. Evidentemente, yo voy a pedir que no se diga que yo soy hombre sino un hombro, y a mi consorte le voy a plantear que en adelante no se autodenomine como mujer sino como mujera por eso de la neolengua orwelliana, perdón zapateriana.

A mis alumnos y alumnas, es decir: a mis alumnas y alumnos, voy a pedirles en lo sucesivo que cuando me entreguen el cuaderno me traigan al mismo tiempo la cuaderna, y el bolígrafo junto a la bolígrafa, porque eso del lenguaje sexista es discriminatorio y no hay derecho que haya tantos nombres comunes masculinos. Tendría que ser todo como “la tiza”, y no como “el tizón” que es eso que está encendido por el fuego, perdón: la fuega.

Quisiera que en adelante, mi clase sea la clasa y que no venga nadie con pantalón sino con pantalona. Y por favor… eso de decir que se ha terminado la hora de clase está mal dicho. Se debe decir la clasa. Y cuando suene el timbre, perdón: la timbra, diré que todos salgan al recreo, perdón: a la recrea.

Gracias, señora ministra, pues por fin alcanzaremos la igualdad. Estamos en ello. Con el tiempo –tiempa- todos estaremos con las tripas vacías, no sólo los del sur del Sáhara, pues la serie de huelgas –huelgos- que están en marcha y las que vendrán a seguido –perdón: seguida- nos van a dejar en dieta de adelgazamiento –quiero decir: adelgazamianta-, y así no tendremos que gastarnos el dinero –dinera- que nos queda con el euribor –euribora-, y la crisis –perdón: “ralentización de la economía”- será menos crítica. Y habrá menos críticos y críticas pues un buen número –númera- de ellos/as –cada vez más- se irán a criar malvas –malvos- y así se sanearán las cuentas de la Seguridad Social, pues, sin duda, gastamos demasiado –demasiada-

En fin, señora ministra. Corríjanos, por favor, cuando nos equivoquemos en la puesta en práctica de la neolengua. O mejor aún, oblíguenos a todos/as a hablar en catalán, euskera y gallego –gallega- para evitar un idioma tan arcaico/a como el castellano –castellana-, que es tan machista –machisto-.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4668

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