jueves, marzo 06, 2008

Oscar Molina, Curriculum con garrafon

jueves 6 de marzo de 2008
Currículum con garrafón

Óscar Molina

P ARA que un whisky sea “Chivas” no basta con llenar una botella con alcohol de quemar coloreado y luego ponerla una etiqueta. Eso lo sabe muy bien el Ministro de Sanidad, cuyo mayor desvelo es que a la juventud no la endilguen matarratas cuando va de botellón y fornicie más barato a través de un IVA reducido para los preservativos. Estas dos promesas electorales dan buena cuenta de cuáles son los planes que Bernat Soria, el señor del currículum “tuneao”, tiene para alcanzar la excelencia de los futuros ciudadanos adultos.

Y es que es verdad. No es de recibo que uno pague una botella de salfumán a precio de ron dominicano, ni que el impuesto sobre el caliqueño prudente salga tan caro como comprar un libro, por ejemplo. Y es que en el paraíso de ZP todo lo que otorgue placer ha de ser barato y de calidad, que para cultura no hace falta leer; para eso de la cultura ya están los muchachos estos que defienden la alegría. Eso sí, esa cultura se paga, ya se sabe, vía canon, y sobre su calidad mejor no hablar; todo lo contrario que lo que le va a ocurrir al alcohol y a los condones. A mí casi me llenaría más que se bajase el IVA a los libros o no pagar por el cine patrio dos veces, una cuando lo financio vía impuestos y otra cuando compro una entrada, pero yo es que soy de derechas. Y ya puestos, mi fascismo intrínseco se pregunta porqué no nos decidimos a erradicar también el garrafón cultural, no financiándolo ni dándole pábulo por doquier, por mucho que eso supusiera que Víctor Manuel no pudiese vivir de sus discos, Suso de Toro no se lucrara de las ventas de sus brebajes escritos ni el presunto director de cine José Luis Cuerda, el imbécil de Cuerda, recibiera donativos para sus bodrios imbebibles.

Pero centrémonos, que empiezo a divagar y encima está saliendo el ultraderechista que hay en mí. El redentor de nuestra juventud vía goma barata y cogorza de postín, nos ha tratado de colocar priva de granel con marchamo de “Cardhu”; y lo ha hecho con su currículum, que ha resultado ser garrafón. Este trilero de méritos propios se nos ha puesto medallas, decanatos e investigaciones en el extranjero con la misma soltura con la que se rellena de porquería una botella de “Zacapa”. Nos ha mentido, y Arcadi Espada le ha cogido con el trasero al aire, con la ayuda de un comunicador que ha preferido ocultar su nombre por miedo a que caiga sobre él la España de la “ampliación de derechos y libertades”. La relevancia de la falsedad es relativa, si tenemos en cuenta que es obra de un miembro de la España de progreso, que lo mismo se engorda un currículum, que baila estando de baja o miente sobre la negociación con ETA sin que ello sea especialmente grave si lo tomamos como serie de medios necesarios para la consecución del fin último: que España pueda por fin convertirse en “estepaís”.

Pero lo que a mí me llama la atención es todo lo que hay en Soria de síntesis del Zapaterismo. En Soria ha quedado demostrado que nada es lo que parece, que las cosas no se hacen ciertas con sólo decirlas y que bajo los enunciados se esconden patadas a la realidad. El ansia infinita de Paz de ZP, su talante y su amor por el diálogo se apoyan en la misma base de verdad que el decanato de Soria, cero patatero. En Zapatero, la propia incompetencia para mejorar las situaciones desagradables se combate con rastrero ventajismo electorero a través de su aceptación. En doloroso canto a la incompetencia, desesperante conformidad con el fracaso y patética asunción de la condición de perdedor derrotado por su propia responsabilidad, que trata de persuadirnos de que los problemas se arreglan poniéndoles un parche o adecuando la realidad a ellos, no a su deber ser. Por eso ni él ni Soria nos hablan de combatir el alcoholismo en la juventud, ni de políticas para evitar los crecientes embarazos no deseados; nos hablan de que los chicos se sigan emborrachando pero sin hacerse pupa, y de bajarles el IVA a los condones.

Por no hablar de ese victimismo falsario y manipulador que trata de equiparar a un partido democrático con el franquismo. A Soria se le expedientó durante el Gobierno de Aznar por investigar con células madre, práctica que prohibía la Ley de entonces. Como resultado de ello marchó a Singapur a añadir más garrafón a su botella curricular, viaje al que el automeritorio denomina en su currículum como un “exilio”. Manda huevos; pretender que nos traguemos que cuando a uno se le aplica la Ley de un Estado de Derecho, se le persigue; y cuando por ese motivo decide voluntariamente salir de España, lo hace exiliado. Como si su expediente no fuese debido a una infracción legal, sino de conciencia; como si su sanción no fuese producto de actos que vulneraron la Ley, como si hubiese sido castigado por sus convicciones. Esa actitud casa muy bien con el edificio ideológico zapateril, cuyos moradores están convencidos de que sus ideas y principios están por encima de todo, legislación incluida, hasta el punto de que cuando la Ley les desmiente montan en cólera y se visten de víctimas de la intransigencia y la caverna.


Así que no se beban el currículum de Soria. Les sentará mal.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4489

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