David Lozano, La hibernacion de Eduardo Zaplana

sabado 15 de marzo de 2008
La hibernación de Eduardo Zaplana
David Lozano (Elsemanaldigital.com)

S I en algo coinciden detractores y seguidores de Eduardo Zaplana es en que estamos ante un político audaz, de raza, una fiera política. El ya ex portavoz, ex ministro y ex presidente de la Generalitat ha anunciado públicamente que lo que le pide ahora el cuerpo es ser "diputado raso". Él sabe bien que nunca va a ser un diputado ordinario. Si Zaplana hubiese decidido pasar a segunda fila, simplemente se habría marchado sin pasar por el Congreso a recoger su acta de diputado.

Así que ahora, y como no podría ser de otra manera teniendo en cuenta su hábil trayectoria, de manera muy inteligente ha renunciado a su cargo –algo que hizo con antelación a Mariano Rajoy- antes de tener el disgusto a última hora de ceder el testigo a la persona que menos desea (Esteban González Pons) o enterarse del relevo como hacía Felipe González con las malas nuevas: por la prensa.

Despeja así el camino para Rajoy, quien tendrá ahora menos presión para decir quién ocupará el puesto que deja voluntariamente Zaplana –lo iba a tener que ceder de manera forzosa- porque tiene para ello dos opciones: el brillante cabeza de lista valenciano o el "dos" de Madrid, candidato de Esperanza Aguirre, Manuel Pizarro.

Sin embargo, pese a lo que ahora pueda parecer, Eduardo Zaplana no se retira. El benidormí ha decidió hibernar durante los próximos cuatro años y esperar a lo que pueda pasar de aquí a 2012. El legado de Zaplana es amplio y sería injusto olvidar que en el año 95 fue el artífice del "milagro valenciano". Si alguien aupó a La Moncloa a José María Aznar, ése fue el entonces presidente de la Generalitat, quien arrebató una Comunidad histórica a los socialistas para un año después aportar parte de los votos que le dieron el triunfo al PP en el 96. Tampoco sería justo arrinconar la idea de que si alguien apostó por Francisco Camps, para que fuese su sucesor, ése fue Eduardo Zaplana.

Así que la hibernación de Zaplana será larga pero estará siempre dispuesto, si las circunstancias lo requieren, a despertar y mostrarse tan activo como el que más. Otra de las salidas del ex portavoz parlamentario tendría puestas las miradas en el horizonte de las elecciones europeas con rumbo a Bruselas.

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