lunes 31 de marzo de 2008
`Hoy caviar, mañana sardinas´
Aquí me tienen, de feria en feria, en plena promoción de un libro que he escrito a medias con mi hermano Gervasio y que se llama precisamente: Hoy caviar, mañana sardinas. El título hace alusión a la vida de los diplomáticos: un día están tomando el té con la reina de Inglaterra o vodka helado en el Kremlin con los amos del universo, y al siguiente se encuentran `disfrutando´ de un bocadillo de chóped en la última oficinucha de un oscuro ministerio. Así ha sido también nuestra vida y por eso un día le propuse a Gervasio que contáramos al alimón algunas de las cosas curiosas que nos han pasado por esos mundos, como los dos sudacas nómadas que somos. El libro, por si a alguien le divierte echarle un vistazo, recoge situaciones bastante curiosas que nos ocurrieron mientras seguíamos a nuestros padres por los distintos lugares en los que estuvieron destinados: Madrid en los años sesenta, por ejemplo; Moscú en plena era soviética, con sus espías y disidentes; y, por fin, Londres en plena `fiebre Lady Di´. Nuestra idea era retratar un amplio abanico de personas conocidas aunque vistas desde un ángulo diferente e insólito, completamente distinto del habitual: desde Franco a los reyes de España; desde Breznev a Miguel Bosé; desde Nixon a la reina de Inglaterra o Lady Di. Éstas son tan sólo algunas de las personalidades que aparecen en un relato que recorre temas tan diversos como el sexo de los poderosos en la España del dictador, el vodka y la disidencia en la Unión Soviética o la importancia de los fantasmas y los espíritus en la vida social inglesa. Hay que decir, además, que todo esto va mezclado con recetas bastante originales como la fórmula secreta de los zares para fabricar vodka a la pimienta o un strogonoff de oso (sí, sí, eso fue lo que sirvieron en mi boda, celebrada en Moscú; que me perdonen los ecologistas, eran otros tiempos). Si me permito hablarles hoy del libro, algo que no he hecho hasta ahora sobre los otros que he escrito, es porque me gustaría que el tema sirviera de excusa para rendir homenaje a dos géneros literarios por los que siento especial devoción. Uno de ellos goza de gran predicamento; el otro, en cambio, está considerado un género menor. El primero es la literatura de viajes y los maravillosos libros escritos por mentes curiosas e inteligentes que se dedican a retratar lo que ven en su camino, sin juzgar ni sentar cátedra. Todos ellos, tanto George Borrow o Gerald Brenan como Bruce Chatwin, e incluso Alejandro Dumas, tienen la impagable virtud de hacernos ver lo que tenemos delante, pero que, al ser algo tan cotidiano y normal, no somos capaces de calibrarlo. Y es que el ojo de un viajero (siempre que sea desprejuiciado) es el que mejor retrata la idiosincrasia de un pueblo y es capaz de hacernos reír y también de maravillarnos de nosotros mismos. El otro género del que hablo no sé cómo se llama. Digamos que es una mezcla de costumbrismo con sátira social y voyeurismo humorístico y que tiene como máximos representantes a P. G. Wodehouse o al mismísimo Lawrence Durrell. Y es que el autor de El cuarteto de Alejandría tiene también en su haber uno o dos libros de este tipo en los que se dedica a viviseccionar a los diplomáticos ingleses en misiones extranjeras y consigue hacer un fresco de ciertas actitudes sociales que son increíbles, cuando no desternillantes. En el caso de nuestro libro se pueden apreciar en anécdotas como la de mi hermano Gervasio cuando daba `clase de guerra´ en la Unión Soviética, en la que (con once años) lo obligaban a montar y desmontar un kalashnikov. O la vez que mi madre hizo striptease en el palacio de Buckingham o quizá en la de mi encontronazo con el muy estirado príncipe Carlos de Inglaterra. Dudo mucho de que hayamos alcanzado la maestría de ninguno de los autores antes mencionados, pero mi hermano y yo nos hemos divertido de lo lindo rindiendo tributo a esa literatura que, tomando como materia prima la vida misma, es capaz de retratar con una gran sonrisa tantas y tan disparatadas actitudes humanas. Ojalá que también nuestro libro consiga provocar en alguno de ustedes la sonrisa o, mejor aún, la carcajada.
http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=2967&id_firma=5872
lunes, marzo 31, 2008
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