miercoles 25 de agosto de 2010
España, no te conocerá ni la madre que te parió
PROFETIZAR no supone necesariamente una intención recta en quien la pronuncia -también profetizó Caifás-. La conocida frase de Alfonso Guerra está teniendo su cumplimiento en un grado que ni él mismo pudo imaginar. He asistido al concierto -vía TV local- ejecutado magistralmente por la Banca Sinfónica Municipal de Albacete. Al escuchar el intermedio de la zarzuela "Gigantes y Cabezudos" me ha embargado una gran congoja, al recordar el cariño que ha unido durante siglos a los maños con los valencianos, así como a éstos con los naturales de Cuenca y Albacete. Precisamente, esos entrañables vecinos de los valencianos (en su mayoría), por arte de la política de Zapatero, al derogar el Plan Hidrológico Nacional, está negando a sus vecinos mediterráneos la supervivencia de sus campos y su medio de vida, cuando no hay razón jurídica ni práctica que avale aquella decisión. La política de enfrentamiento de nuestro Presidente alienta -hasta niveles no conocidos, salvo en la II República - el independentismo de una buena parte de España; y, aún más, se echa en brazos -como nunca antes se hizo- de las ansias invasoras de Marruecos sobre suelo español. Las políticas de disolución moral y antifamiliar, así como el drama del paro son materia de otro comentario.
http://www.vistazoalaprensa.com/prensa.asp
miércoles, agosto 25, 2010
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