viernes 27 de agosto de 2010
Adiós a las caravanas solidarias de alto riesgo
Mientras continúa el baile de cifras sobre el precio pagado por el rescate de los tres cooperantes españoles secuestrados en el Sahel, la secretaria de Estado para la Cooperación, Soraya Rodríguez, ha lanzado el primer globo sonda del gobierno. Lo ha hecho en forma de ruego: en nombre del Ejecutivo, ha rogado que no se realicen más caravanas solidarias en zonas de alto riesgo.
Pero la voluntad real de José Luis Rodríguez Zapatero es hacer prácticamente imposible la repetición de una caravana solidaria de las características de “Barcelona Acció Solidària”. No quiere más aventuras solidarias en territorios como el Sahel, donde los bienintencionados cooperantes son carne de cañón. Y su secuestro no sólo cuesta un riñón a las arcas públicas, sino que supone un quebradero de cabeza permanente para cualquiera de los gobiernos de todos aquellos países del Primer Mundo afectados por estas acciones terroristas.
El presidente del gobierno no dudó en ningún momento, durante el largo secuestro de los cooperantes españoles, lo que iba a hacer: negociar y pagar para traer a los tres cooperantes catalanes a España, sanos y salvos. Por ello no se ha sentido afectado ante las veladas críticas del presidente francés, Nicolás Sarkozy, quien no cree que el pago por el rescate de los secuestrados sea una fórmula correcta. Por ello y porque el propio Sarkozy ha demostrado con sus decisiones, que no es quién para dar lecciones al respecto, puesto que sus negociaciones con los terroristas, salpicadas con el factor sorpresa y las operaciones militares han acabado con las muertes de algunos de los ciudadanos franceses secuestrados, ya sea uno de los rehenes que tenían en su poder los piratas somalíes, o el cooperante capturado por Al Qaeda en el Magreb. Nadie ha dado con la solución perfecta. Cada país afronta el fenómeno del terrorismo global como quiere y puede. No hay un protocolo conjunto en el Primer Mundo. Y Zapatero ha seguido su propio manual hasta la fecha. Pero sabe que tampoco su fórmula es homologable. No quiere volver a emplearla y ha lanzado a su secretaria de Estado a tratar de disfrazar de ruego lo que, en la práctica, se va a convertir en una imposición: el fin de las caravanas solidarias en territorios de alto riesgo. En el gobierno ya están estudiando los impedimentos legales, económicos o del ámbito de la seguridad con que las borrarán de un plumazo.
http://www.intereconomia.com/blog/otra-orilla/adios-las-caravanas-solidarias-alto-riesgo
viernes, agosto 27, 2010
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