martes 11 de noviembre de 2008
Blesa 1, Aguirre 0
Marcello
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y su combo mediático particular han perdido la primera batalla que la colérica lideresa del PP madrileño ha iniciado contra el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, con el objetivo de hacerse con el control de la entidad financiera para aumentar su poder, su nepotismo, su influencia y la financiación de los medios de comunicación que la protegen y la jalean, y, si se le presenta la ocasión, para apoyar su candidatura a la presidencia del PP, e incluso la fundación de un nuevo partido político, cosa que no convendría descartar.
En realidad, Aguirre ha escogido Caja Madrid como un campo de batalla más contra Rajoy que contra Blesa. Y lo ha hecho con irresponsabilidad y en el peor de los momentos posibles, intentando desestabilizar una de las más eficaces y prestigiosas entidades financieras de nuestro país en plena crisis económica y abriendo una nueva herida en el seno del PP. Y ello a pesar de que Rajoy ya dijo que Blesa debe seguir, como lo ha dicho Gallardón, y como también lo ha dicho ahora José Blanco -en el nombre de Zapatero-, rectificando la que era una actitud demencial y suicida del líder del PSOE en Madrid, Tomás Gómez, convertido en una especie de mayordomo tonto de Aguirre. Hasta el punto de hacer votar a alguno de sus consejeros de la caja, en la compañía de ciertos personajes de Aguirre, como Romero de Tejada, que figura entre los más altos sospechosos autores del 'tamayazo', que le costó la presidencia de la Comunidad de Madrid a Simancas.
Dos noticias fueron ayer importantes en esta contienda. La primera fue, sin duda, la votación ganada por los seguidores de Miguel Blesa para abrir el proceso electoral que permitirá la reelección del actual presidente de Caja Madrid. Y la segunda, el cambio radical de la actitud del PSOE, que pasó de votar a favor de las tesis de Aguirre hace pocos días -apoyando la carta de Beteta, de manera asombrosa-, a abstenerse en la votación de la Asamblea de Caja Madrid, lo que da luz verde al proceso de reelección de Blesa, y lo que supone acercar las posiciones del PSOE y del PP, algo de lo que puede que hayan hablado Rajoy y Zapatero.
Naturalmente, si los dos grandes partidos se ponen de acuerdo, la guerra de Aguirre contra Rajoy a través de Caja Madrid está terminada con la derrota de la presidenta madrileña. Pero todavía quedan muchos pasos por dar y se debe de estar muy atento a este conflicto, donde el club mediático de doña Esperanza -y sus amigotes de la política, todos ellos con negocios dentro de la Comunidad- no deja de bombardear Caja Madrid.
Otra cosa, que merece ser tratada en otro foro, es el empeño de Aguirre en seguir echándole un pulso a Rajoy y otro a Gallardón, como lo hizo en una fecha reciente acusando al líder de su partido -en su diario de cabecera, El Mundo- de no hacer oposición, y volviendo a amenazar con presentarse a la presidencia del PP en el 2011, a la vez que devaluaba el mandato acordado en el congreso del PP en Valencia, que nombraba a Rajoy candidato para las elecciones generales del 2012, y que dejaba abierta la puerta a presentarse como la líder del PP en el congreso del 2011, lo que era otra manera de dar un pública patada a Rajoy. Y en este disparate y empeño de Aguirre, que la convierte en el cáncer del PP -que algún día habrá que extirpar-, Rajoy y la actual dirección del PP deberían poner, de una vez por todas, los pies en la pared, antes de que ella les ponga los tacones en el cuello, jugando a que el PP se estrelle en las elecciones europeas para que continúe disfrutando del poder Zapatero.
http://www.estrelladigital.es/ED/diario/53052.asp
martes, noviembre 11, 2008
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