No son tontos
03.11.2008
IMANOL VILLA
JOSÉ IBARROLAN o hay generación que se precie que no muestre cierta superioridad con aquélla que le sigue. Que si todo es ahora más fácil que antes, que no saben lo que es el hambre, que ya no leen tanto, que no les gusta trabajar, que prefieren la diversión a discreción, que ya no hay respeto, que no han conocido los tiempos de la mano dura, que no saben lo que cuesta el dinero, que no tienen disciplina. En fin, que vista esa constante tendencia a la degradación progresiva de la civilización bien podría afirmarse que la Historia de la Humanidad es, en el fondo, la historia de una lucha entre generaciones con destino hacia la autodestrucción. Sólo unos pocos admiten que las mentalidades, cuando progresan, lo hacen en función de un crecimiento que permite adquirir una mayor capacidad para el disfrute de todos y cada uno de los momentos de la vida. Es la reivindicación del 'carpe diem' de los idealistas.
Según un estudio elaborado por la editorial SM y la Organización de Estados Iberoamericanos, en el que han participado profesores de diferentes niveles académicos, los alumnos de hoy en día son peores que los de hace unos años. Eso es lo que opina el 55% frente a un escaso, ridículo y triste 4% que afirma que son más listos. También son mayoría los que señalan que uno de los principales problemas en las aulas es el de mantener el orden y la disciplina. Y lo más sangrante de todo es que, ante estos problemas, los docentes se topan con una falta de colaboración por parte de las familias casi total. Vamos, todo un desastre que no augura nada bueno en el futuro porque si nosotros -nuestra generación y las anteriores-, que somos muy listos, andamos jodidos con la crisis que nos está cayendo, cuando les toque lo mismo a los que nos siguen...
Bromas a un lado, las conclusiones de la citada encuesta, sin entrar en su mayor o menor fiabilidad científica, parece que no hacen más que confirmar una tendencia sospechada. A saber, que el valor de la cultura ha perdido, hoy en día, muchos enteros. La sabiduría no da dividendos cuando en el ambiente flota cada vez con más densidad la ideología del facilismo. No hay más que ver 'Gran Hermano' y similares derivaciones para darse cuenta. Pero, y esto hay que decirlo alto y claro, nada de eso es responsabilidad de las generaciones más jóvenes. El gen de la imbecilidad no existe y, por supuesto, una generación entera no llega al mundo idiotizada por completo. No son tontos. Su mayor o menor apego a la cultura, al saber, a encontrar la utilidad a través de su inmersión en el proceso educativo depende, en gran medida, de quienes dicen ser sus padres, porque la mayoría tienen padres, por supuesto. Así que quizás habría que introducir otra variable, muy delicada, que bien podría conducirnos a afirmar que si hay alguien tonto, poco amante de la cultura y que obvia los principios básicos de la convivencia social -respeto y tolerancia-, ésos son los padres. Que no se nos olvide a los que nos toca.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081103/opinion/tontos-20081103.html
lunes, noviembre 03, 2008
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