miércoles, noviembre 19, 2008

Carrascal, Una noticia buena y otra mala

Una noticia buena y la otra mala

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Miércoles, 19-11-08
LA buena es la detención de Txeroki. La mala, la puesta en libertad de De Juana en Belfast, al no encontrar aquel juez suficientemente clara la orden de busca y captura emitida desde España. Pero es que la Justicia española tampoco es muy clara al respecto. El delito de «enaltecimiento del terrorismo» es demasiado genérico para que un buen abogado no le encuentre agujeros. Hemos sido demasiado complacientes con los terroristas, les hemos permitido reducir sus penas por trabajos que no hacían o por carreras que no estudiaban. Hemos tenido más en cuenta sus derechos que los nuestros. Si un delincuente sexual continúa bajo vigilancia tras cumplir su condena por seguir representando un peligro para la sociedad, ¿por qué no se dictó hace ya tiempo una ley que establezca la misma vigilancia sobre los terroristas no arrepentidos? También ellos representan una amenaza para la sociedad. Pero ese falso progresismo que atenaza nuestra raquítica democracia ha permitido a De Juana, primero, cumplir menos de un año de cárcel por asesinato cometido. Segundo, reírse de nosotros con su «huelga de hambre». Y ahora, jugar al ratón y al gato con nuestra justicia desde Belfast.
En cuanto a la detención de Txeroki, naturalmente nos alegramos. Pero nos hubiera alegrado más que se le hubiese detenido y condenado cuando empezó su carrera criminal quemando contenedores y cajeros. Claro que entonces la kale borroka era una «algarada callejera». Han tenido que sucederse muchos atentados y morir muchos inocentes para que nuestros políticos se dieran cuenta de qué es terrorismo callejero. Sobre todo, los políticos del actual Gobierno. El que nos contó que «ETA estaba dispuesta a negociar», el que consideró a Otegui «un hombre de paz», el que se humilló y nos humilló permitiendo a De Juana, en plena «huelga de hambre», ser entrevistado y fotografiado por un periodista inglés, ducharse con su novia e irse a San Sebastián como personaje VIP. El que cuando ETA volvió a matar, derribando el andamiaje de sus falsedades, se puso como un loco a detener etarras. ¿Cuántos comandos lleva desarticulados? ¿A cuántos «máximos dirigentes» de ETA ha detenido? Hemos perdido la cuenta y la esperanza. Porque con ETA no hay que ir a por la cabeza. La cabeza de ETA se regenera sola y al instante. Hay que ir a por su tronco y extremidades. A por la kale borroka, donde se forjan los futuros terroristas, a por las herriko tabernas, donde se reúnen sus secuaces, a por las gestoras pro amnistía, que cohesionan a los presos, a por los que más o menos voluntariamente pagan el «impuesto revolucionario» con el que se compran armas y se mantienen los comandos. En otras palabras: hay que detener a los futuros Txerokis y De Juanas antes de que empiecen a asesinar. Manteniendo a estos a buen recaudo, desde luego. Y el mayor error de todos sería pensar que detenido Txeroki, puede empezar otro «proceso de diálogo». A mí me mete mucho miedo que fuentes próximas al Gobierno digan que esa detención «abre posibilidades a medio plazo». Posibilidades ¿de qué?

http://www.abc.es/20081119/opinion-firmas/noticia-buena-otra-mala-20081119.html

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