miércoles, septiembre 24, 2008

Carlos Luis Rodriguez, A bordo Blanco con "sparring"

CARLOS LUIS RODRÍGUEZ
a bordo Blanco con 'sparring'

Pero si las pagué yo. Eso fue lo que dijo el añorado Francisco Umbral cuando un grupo de feministas quisieron boicotearle la presentación de un libro. Nunca quedó claro si las señoras eran o no de pago, pero su algarabía contribuyó a realzar el acto umbraliano. Al conselleiro eólico habría que preguntarle si primó a los populares para que lo ayudaran en el trance. ¿No? Pues desde luego lo parece.

Remitámonos a las pruebas. Necesitaba una excusa para ir al Parlamento y dejar en evidencia a los críticos que llevan tiempo goteando sospechas. El PP se la proporciona. Al pasar de las emboscadas a la lucha en campo abierto, los argumentos conservadores se difuminan a pesar del empeño del portavoz encargado de esta ingrata tarea. En el colmo de la incoherencia y ya batiéndose en retirada, el acusador nos dice que el BNG solamente busca rédito electoral.

O sea, que el plan da votos. Si da votos no será porque la gente vea en él un compendio de irregularidades, abusos y corruptelas, sino algo bueno. Siguiendo la lógica del razonamiento, atacar la operación ventosa, tendrá escasa popularidad y restará respaldo electoral al atacante. Entonces, ¿por qué los amigos del Partido Popular se empeñan tanto en obstaculizarla?

Nada, es Blanco que les ha insinuado un pacto para después de las elecciones, a cambio de esta ayuda con los molinos, ante los cuales el conselleiro haría de prudente Sancho Panza, y los populares de quijotes que se abalanzan irreflexivamente sobre gigantes hechos de sospechas.

Más pruebas a favor de un conciliábulo parecido al que Umbral tramó con aquellas airadas amazonas. El conselleiro de Innovacion precisaba también que los socialistas, que tiraban la piedra y escondían la mano, refrendaran su apoyo al concurso. Gracias a la acometida del PP, Blanco logra un espaldarazo público, rotundo e inequívoco que hasta el momento le negaran.

Como un José Tomás de la energía, don Fernando sale de la Cámara por la puerta grande y sin un rasguño, cosa que no siempre consigue el diestro. Y mientras sale exhibiendo los trofeos, el crítico se pregunta por qué los rivales del conselleiro irrumpieron en la plaza como un toro dispuesto a embestir a todo, en lugar de actuar con esa serenidad que permite peneirar las sospechas, para quedarse únicamente con el grano. No había, según su propia confesión, rentabilidad electoral alguna en el ataque, ni tampoco algo que fuera más allá de la insinuación.

O es verdad que se primó a los populares para que hicieran de sparring del campeón, o al PP lo utilizaron poderes que carecen de escaño en el Parlamento. Suele suceder que partidos necesitados de combustible para hacer oposición aprovechen cualquier polémica, haciendo como el surfista que se sube a la primera ola.

Que el plan eólico de Fernando Blanco tiene enemigos es algo que nadie ignora. Los criterios no son del gusto de los que se creen con un derecho adquirido (¿a quién?) sobre la energía galaica. Es normal que así sea y muy lícito que estos grupos hagan lo posible para evitar que el concurso vaya adelante. Que sus quejas se quieran disfrazar con el empeño de darle claridad al proceso, también es comprensible, pero extraña que el PP colabore en el el carnaval.

No gana nada. De ahí que se espere una confesión sincera del conselleiro. Dígalo ya. Usted sabía lo que hizo Umbral y decidió aplicar el método con los populares para seguir con el el viento a favor. ¿No? Pues desde luego lo parece.

http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=1017&idNoticiaOpinion=346186

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