martes, septiembre 30, 2008

¿Otro balón de oxígeno para Zapatero?

1-X-2008
¿Otro balón de oxígeno para Zapatero?
Zapatero nunca ha querido dialogar. Sabe bien lo que va a hacer y tan sólo necesita al PP para hacerlo con más tranquilidad y, si se dejan, hasta riéndose antes de ellos.

Pocas dudas caben ya de que el Gobierno está total y absolutamente desconcertado con el alcance y la profundidad de la crisis que castiga ya duramente a la economía española. Desconoce las causas que la han desencadenado, no acierta a comprender por qué los acontecimientos se están desarrollando de esta manera y carece de la preparación y las convicciones imprescindibles para acometer el paquete de reformas urgentes que, si bien no evitarán el colapso económico a lo largo de 2009, lo harán más breve y llevadero.

Es por ello que el Gobierno se ha hecho adicto a los balones de oxígeno, a los globos sonda y, cuando la situación se complica demasiado, a las cortinas de humo que tratan de alejar al espectador de la siempre dolorosa información económica. Atraer al PP a su particular batalla contra el fantasma de la crisis se adscribe a la primera categoría, la de los balones de oxígeno. Si Rajoy se embarca sonriente en la empresa que Zapatero le propone, quedará el Gobierno liberado de presiones parlamentarias durante una temporada. Porque en las reuniones de Moncloa hay algo más que una foto y un apretón de manos a la salida. Hay una predisposición a tragar con lo que el Ejecutivo tenga a bien hacer durante el tiempo que dure el falso idilio.

Sucedió tiempo atrás cuando Zapatero se empeñó en negociar con la ETA. Rajoy llegaba a la Moncloa muy convencido y salía muy engañado y persuadido de que, esa vez sí, el presidente le había escuchado y obraría en consecuencia. Al final para nada, a la vuelta de unas semanas el Gobierno volvía a empezar agitando el cuento del diálogo y del consenso. Zapatero nunca ha querido dialogar. Sabe bien lo que va a hacer y tan sólo necesita al PP para hacerlo con más tranquilidad y, si se dejan, hasta riéndose antes de ellos. Ahí está José Blanco y sus intenciones declaradas de no tomar en consideración ninguna de las recetas que ofrecen los populares en materia económica como muestra de ello.

Con las cartas sobre la mesa –son ya cuatro años y medio de Gobierno socialista– el PP puede participar en la farsa o denunciarla abiertamente; algo que, por otro lado, sería lógico. Cierto es que los de Rajoy tampoco andan demasiado finos en esta hora, dando palos de ciego entre cierta sensatez y excesos como los que Gallardón protagoniza de obra y de palabra. El alcalde de Madrid no pierde ocasión de mostrarnos que es un socialista más: derrochón y demagogo. Derrochón porque ha endeudado hasta las cejas a la capital y demagogo porque, siempre que puede, arremete contra el liberalismo, auténtico fantasma familiar que le persigue desde su juventud en la derecha más cerril.

Que la postura de Gallardón esté más cercana a la de José Blanco que a la del propio PP no debe ser obstáculo para que Rajoy construya una oposición seria y creíble sobre el desbarajuste económico que padecemos a causa, entre otros, de la oceánica ignorancia de Zapatero en este tema. Con las ideas adecuadas y la determinación de desgastar al Ejecutivo donde más le duele, el PP tiene una oportunidad de erigirse como alternativa de Gobierno. Le va a llevar tiempo, esfuerzo y una travesía por el desierto de considerable duración, pero la política es, a fin de cuentas, eso mismo y Rajoy debería saberlo ya.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/otro-balon-de-oxigeno-para-zapatero-45654/

No hay comentarios: