Gana Ibarretxe

Gana Ibarretxe

29.09.2008 -

La confirmación ayer por el presidente del EBB, Íñigo Urkullu, de que Juan José Ibarretxe será propuesto por cuarta vez por la ejecutiva del PNV como su candidato a lehendakari acabó transformando una efeméride tan simbólica como el Alderdi Eguna en el primer gran acto preelectoral de la formación jeltzale en comunión con sus bases. Si la designación de Ibarretxe era del todo previsible, no lo fue tanto el momento escogido para desvelarla. La prolongación de la incertidumbre estaba causando ansiedad en las bases del partido y desgaste ante el electorado. De ahí que, en contra de las previsiones que el propio Urkullu había hecho públicas, el anuncio de lo que todo el mundo daba por inevitable se haya precipitado, en una señal más de las dudas y vacilaciones que, en torno a este asunto, han venido angustiando a los peneuvistas. Con su renovada apuesta, el EBB no sólo ha optado por la continuidad de su candidato, sino que lo ha hecho también por una política concreta: la de la continuidad en la acumulación de fuerzas nacionalistas y en la confrontación con el resto de sensibilidades que integran la pluralidad estructural del país. Por mucho que el partido insista, a través de su propuesta 'Think Gaur Euskadi 2020', en el acercamiento pragmático a «las preocupaciones reales de los ciudadanos», a nadie se le oculta por la experiencia acumulada que Ibarretxe no va a renunciar a tratar de llevar a la práctica, si las urnas se lo permiten, lo más radical de sus posiciones soberanistas.
Trató de hacerlo en la legislatura de 2001 a 2005 con el frustrado plan que llevaba su nombre, ha repetido el intento con su fracasada propuesta para la consulta, y su advertencia de que no se resignará ante el contundente rechazo del Tribunal Constitucional permite augurar que incidirá en su iniciativa o en otra similar si tiene oportunidad de volver a formar gobierno. Él mismo ha querido dejarlo bien claro en sus manifestaciones de estos últimos días, tanto en el Parlamento como en las campas de Foronda, al insistir en su reivindicación del derecho a decidir y en que la consulta es la única solución para los problemas de Euskadi. Una vez más, el PNV ha optado por minimizar riesgos ante el temor a una posible pérdida del poder, pero a costa de mantener, en contra de su propia tradición histórica, su liderazgo enfeudado en beneficio del líder institucional. Ibarretxe ha vuelto a ganar en el pulso que viene manteniendo con su partido, tal y como ocurrió con el abandono forzado de Josu Jon Imaz. Pero aunque sea inquietante que el partido que sigue ostentado la principal responsabilidad de las instituciones vascas persista en amarrarse a una estrategia que se ha demostrado agotada, aun cuando pueda reeditar su triunfo en las urnas, más preocupantes resultan las repercusiones que la designación de Ibarretxe podría llegar a tener para el conjunto de la sociedad, abocada en caso de éxito a otra legislatura más de inestabilidad política y de ahondamiento en la disgregación social.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080929/opinion/gana-ibarretxe-20080929.html