Mejor, de vacaciones
JOSÉ MARÍA CARRASCAL
Miércoles, 13-08-08
VEO y oigo muchas críticas al Gobierno «por estar de vacaciones». No sé qué decirles. Este Gobierno es más peligroso en los despachos que en la playa o montaña. No me refiero sólo a Bibiana Aído, terror de lingüistas, a Miguel Sebastián, que quiere solucionar la crisis energética regalando bombillas, y a otros alevines del gabinete. Me refiero a los pesos pesados. ¿No les parece más peligroso un Solbes en acción, camuflando la crisis en vez de resolverla, como ha hecho hasta ahora, que en bañador o durmiendo la siesta? ¿No creen que cuanto menos haga Bermejo, mejor irá nuestra Justicia? ¿Acaso la vicepresidenta no estaría mejor luciendo sus modelitos en cualquier lugar «in» que presumiendo de primera potencia mundo adelante? Y Zapatero, ¿qué me dicen de Zapatero? Al menos tranquilo en Doñana no trata de solucionar los problemas que ha creado, creando otros mayores, su especialidad, ni nos miente por activa y por pasiva, su entretenimiento favorito.
Las próximas 48 horas vuelve a estar en Madrid, y tiemblo, pese al calor reinante en la capital. Esa reunión que tiene con los expertos para estudiar la situación económica no va a traer más que declaraciones llenas de buenas intenciones, sin el menor contenido práctico, a juzgar por las anteriores. Y el Consejo de Ministros extraordinario a celebrar el viernes, peor: estamos ante una maniobra de distracción para hacer que se hace, ayudar psicológicamente al personal a que termine bien sus vacaciones -¡lástima que las medallas olímpicas no caigan como previsto!-, y aguantar el chaparrón con la esperanza de que escampe. Es lo único que sabe hacer este Gobierno: dar largas a la crisis; echar la culpa a otros de sus errores y confiar en que la buena suerte, la poca memoria de los españoles y nuestra tendencia a vivir hoy sin pensar en mañana le saque del atolladero en el que se nos ha metido.
Los atolladeros, mejor dicho, porque a la crisis económica se le ha unido la territorial, y a la territorial, la de los partidos, empezando por el PSOE, que aparece partido por la mitad, con sus representantes en unas comunidades enfrentados con los de las otras a causa de la dichosa financiación autonómica. Por cierto, ¿dónde estaban los Touriño, los Chaves, los Fernández Vara y otros presidentes autonómicos socialistas cuando se debatió y aprobó el nuevo estatuto catalán, contra el que ahora claman? Pues estaban aplaudiéndolo y apoyándolo entusiásticamente. ¿De qué se quejan, pues, cuando las predicciones de aquellos que llamaban alarmistas y cosas peores se están cumpliendo al pie de la letra? «Las reclamaciones, a quien les metió en este fregado», dan ganas de decirles. Pero pedir coherencia y principios a gentes cuyo lema es «gobernar como sea y con quien sea» es inútil. Viven enganchados al dinero público como el drogadicto a la droga, y su única desintoxicación posible es la oposición. Algo más fácil de decir que de hacer.
Así que, de momento, son menos peligrosos en la playa o montaña que en el despacho.
http://www.abc.es/20080813/opinion-firmas/mejor-vacaciones-20080813.html
martes, agosto 12, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario