miercoles 27 de agosto de 2008
GARGANTA PROFUNDA
La tragedia de Barajas fue demasiado para un ex ministro del PSOE
Elsemanaldigital.com
España entera tardará en olvidar el 20 de agosto de 2008, los familiares y amigos de los pasajeros del vuelo JK 5022 no lo harán nunca. Entre ellos, el otrora titular de Justicia.
El destino se mostró implacable con el vuelo JKK 5022 de Spanair con destino a Las Palmas de Gran Canaria; un vuelo que ya había tenido problemas en su primer intento de despegue y que en la segunda ocasión sí se elevó unos metros pero para caer a plomo sobre el suelo de la pista del aeropuerto de Barajas y convertirse en una bola de fuego con 166 pasajeros y 9 tripulantes en su interior.
Un día más tarde, un hombre mostraba en su rostro la tensión de las últimas horas. Se trataba del ex ministro de Justicia y secretario general de los socialistas canarios, Juan Fernando López Aguilar, saliendo a última hora del jueves por la noche del madrileño hotel Auditórium tras visitar varios familiares de víctimas del avión siniestrado. Antes había acudido al recinto de IFEMA y a los hospitales, compartiendo el tremendo dolor en el que están envueltos quienes quedaron en tierra esperando a sus seres queridos.
Para López Aguilar, quien había cogido un vuelo esa misma mañana para desplazarse a Madrid, fue una jornada dura. Muy dura. No en vano, según han relatado a Garganta Profunda de El Semanal Digital fuentes solventes de su entorno, el hoy diputado tenía a conocidos en la lista del pasaje. Entre otros, a una compañera socialista del Ayuntamiento canario de San Bartolomé o una antigua alumna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Las Palmas, su hijo, y a los padres de ésta.
Cuando se enteró del siniestro, un escalofrío recorrió al dirigente político. El rostro se le desencajó. La tragedia fue demasiado para Juan Fernando López Aguilar. "Se le heló la sangre al pensar que él mismo podría haber cogido ese vuelo", comentan esas fuentes. La casualidad quiso también que otro compañero suyo, el diputado del PSOE, Álvaro Cuesta, viviese el accidente desde la misma Terminal 4 de Barajas, a punto de embarcar en un avión de Iberia con destino a Oviedo, cuya salida estaba inicialmente prevista para las tres y media de la tarde.
El vuelo en el que Cuesta regresó a su casa pasó cerca del aparato siniestrado cuando ya anochecía. El propio diputado ha explicado cómo el comandante de Iberia tuvo el detalle de transmitir un mensaje de tranquilidad a los pasajeros. "Nos recordó que el transporte aéreo es el más seguro de todos y que el aparato en el que volábamos estaba en perfectas condiciones. Al aterrizar ocurrió algo que nunca había vivido: el pasaje aplaudió, quizá para echar los nervios fuera", según ha relatado.
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miércoles, agosto 27, 2008
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