martes, agosto 26, 2008

Oportunismo en Galicia

Oportunismo en Galicia

Miércoles, 27-08-08

LA presencia de Rodríguez Zapatero en Galicia abre el curso político con la confirmación práctica de un anticipo electoral que se daba por supuesto desde hace meses. Una vez más, el interés partidista pasa por delante del funcionamiento institucional. La dinámica política en las comunidades autónomas tiene su lógica propia y no debería alterarse por conveniencias oportunistas. En este caso, el PSOE necesita desviar la atención de una serie de problemas sustanciales, desde la crisis económica al debate sobre la financiación autonómica y sus secuelas en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, sin olvidar el desafío soberanista de Ibarretxe. Mantener la tensión electoral y, en su caso, lograr una victoria aunque sea ajustada puede tener efectos balsámicos para un Gobierno atrapado en su propia incapacidad, cuyo deterioro ante la opinión pública confirman todas las encuestas. Nadie discute que Emilio Pérez Touriño tiene la facultad legal de disolver la Cámara y anticipar los comicios, pero debería ser consciente de que los ciudadanos están muy descontentos con las promesas incumplidas y que la imagen de su jefe político en Galicia no garantiza un resultado favorable. La experiencia demuestra que la estrategia del adelanto electoral supone un riesgo que no siempre sale bien.
Más allá del discurso oficial al respecto, el PP también se juega mucho en este envite. La dirección surgida del Congreso de Valencia se somete al juicio de los electores. Alberto Núñez Feijóo representa la imagen de renovación de un partido que comparece por primera vez en Galicia desde 1990 sin la figura carismática de Manuel Fraga, ganador sempiterno en las urnas aunque la última vez no alcanzó la mayoría necesaria para gobernar. El origen gallego de Mariano Rajoy introduce también un factor significativo. Es exagerado decir que se trata de un examen decisivo para el PP, pero será importante para la confirmación de las expectativas despertadas por el actual equipo. La movilización de los líderes populares para arropar a su candidato refleja fielmente que Génova otorga gran relevancia a estos comicios. En términos objetivos, al PP le favorece cualquier comparación entre la eficacia de los gobiernos encabezados por Fraga y el fracaso de un bipartito incoherente y falto de liderazgo. Sin embrago, es necesario que esta evidencia se traduzca en un proyecto atractivo como alternativa al desgaste de Pérez Touriño. En democracia, la última palabra la tienen los ciudadanos y esta competencia electoral entre socialistas y populares se presenta a día de hoy muy abierta.
De hecho, hay otros protagonistas reales o potenciales. El BNG juega a fondo su baza como partido bisagra, aunque resulta poco creíble que vaya a cambiar de aliados a la hora de la verdad. Su estrategia consiste en pescar en el río revuelto de la falta de mayorías absolutas y jugar al radicalismo nacionalista en temas lingüísticos o simbólicos. Más allá de los gestos electoralistas, al Bloque le conviene un resultado similar al actual para conservar -o mejorar en lo posible- su cuota de poder. Parece que UPyD planteará también su oferta en Galicia. No es tarea sencilla para una formación política cuya infraestructura es muy limitada para hacerse presente en un territorio electoralmente complejo. Alcance o no representación parlamentaria, habrá que prestar atención a la procedencia de los votos que consigan Rosa Díez y los suyos en su primera comparecencia en el ámbito regional. Además del gobierno autonómico, hay muchas cosas en juego a efectos de política nacional. Ferraz mueve sus piezas y los socialistas gallegos pretenden sacar ventaja de un adelanto que no está justificado en términos de necesidad social o institucional. No es sorprendente porque Rodríguez Zapatero ha demostrado con frecuencia que sitúa el oportunismo partidista por encima de otras consideraciones. Es un juego peligroso, pero todo vale con tal de distraer la atención de la crisis económica y el desbarajuste territorial.

http://www.abc.es/20080827/opinion-editorial/oportunismo-galicia-20080827.html

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