miércoles, agosto 20, 2008

Carrascal, El precio de la cobardia

El precio de una cobardía

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Miércoles, 20-08-08
¿CUÁNTO va a costarnos que Zapatero no comparezca en el Congreso para explicar cómo va a resolver la crisis económica? No lo sabemos con exactitud, pero un buen pico, porque Iniciativa por Cataluña, que pedía su comparecencia -como el PP- sólo se ha avenido a retirarla cuando le han prometido que en los próximos tres meses habrá nueva financiación económica y que a partir del próximo año, Cataluña empezará a recibir lo que considera necesario según su nuevo estatuto. Así que ya pueden irse preparando los demás a recibir menos. Pues el presupuesto es como la manta que cubre a todos: si uno tira de ella para arroparse más, los otros se quedan con las piernas o el trasero al aire. Y todo para evitar al señorito causante del estropicio la vergüenza de tener que confesar ante todo el país que se equivocó en sus cálculos. ¿Qué van a decir los González Vara, los Barreda, los Iglesias y otros barones socialistas cuando, a la hora de repartir, se queden en desventaja? Pues no van a decir ni pío, como cuando se debatió y aprobó el nuevo estatuto catalán, origen del desaguisado, que llegaron incluso a aplaudir como chicos obedientes. Regruñirán, harán gestos mohínos, echarán la culpa a Montilla, cuando Montilla se ha limitado a cumplir con su deber de presidente de Cataluña, que es obtener el máximo para su comunidad, como hubieran tenido que hacer ellos. Pero, amigo, para ellos hay algo más importante que su comunidad, que es defender al jefe del que depende su cargo, por lo que ni uno sólo se atreve a decir que el verdadero culpable de que sus comunidades se vean postergadas es Zapatero. Y es que el PSOE actual, después de haber dejado caer la E de español y la O de obrero, ha perdido la S de socialista, esto es, de igualitario, para convertirse en el PZ, el Partido Zapatero a secas. Veremos cómo se las arreglan para vender esa gran estafa. Aunque especializados en ellas, no descartemos que terminen vendiéndolas a un país que pierde a la carrera la confianza en sus políticos y en sus instituciones.
Una estafa que encierra también una importante lección para el PP. Tras su fracaso y aislamiento en la pasada legislatura, los populares andan últimamente coqueteando con la idea de «dialogar con los nacionalistas». Algo extremadamente peligroso, que puede suponerles saltar de la sartén al fuego. La experiencia nos ha enseñado que con los nacionalistas se puede hablar de todo, pero no llegar a acuerdos en nada, pues ellos van sólo a lo suyo, que es desvertebrar España, en quien ven una enemiga, incluso una opresora, aunque sacan de ella todo el provecho posible. A la hora de obligar a Zapatero a rendir cuentas a la nación, los populares han comprobado que los nacionalistas prefieren entenderse con el que les está ayudado a alcanzar sus objetivos que con ellos. A ese precio, mejor continuar solos que con malas compañía. Aparte de que para tan sucia labor, ya está Partido Zapatero.

http://www.abc.es/20080820/opinion-firmas/precio-cobardia-20080820.html

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