jueves, agosto 28, 2008

Villacañas, Apuntaciones sobre el septuagesimo aniversario de la victoria nacional

jueves 28 de agosto de 2008
Apuntaciones sobre el septuagésimo aniversario de la victoria nacional

Antonio Castro Villacañas

C OMO el que no quiere la cosa, dentro de unos meses conmemoraremos el septuagésimo aniversario del final de la última Guerra Civil española. De ello se encargarán, me atrevo a profetizarlo, quienes entonces la perdieron y sus herederos, pues siempre les parece buena cualquier ocasión para cargar sobre Franco y los que le apoyaron toda clase de tachas. En tamaña labor de gran "memoria histérica" acompañará a los perdedores buena parte de quienes heredaron aquella victoria, se beneficiaron de ella en alguno o en muchos de los momentos de su vida, y la convirtieron en derrota después de que Franco muriera y ellos se encontraran firmemente asentados en los puestos que como claros franquistas habían conseguido tener antes de 1977... A su lado estarán también cuantos en los últimos treinta años -desde 1978 para acá- han hecho todo lo posible para que no se les tenga por vencedores o beneficiarios de aquella victoria. No hace falta dar aquí sus nombres, pues están en la memoria de todos nosotros.

Lo menos malo que durante el año 2009 se dirá de la victoria de Franco es que fue el comienzo de una Dictadura absolutamente anómala en el contexto europeo de aquel tiempo, con lo cual se faltará una vez más a la verdad, porque tanto antes de 1939 como después de ese año y de 1945 existieron en Europa varias dictaduras de diverso tipo. Y es que a consecuencia de una inteligente y continua labor de propaganda, para gran parte de los humanos la dictadura es la peor de todas las posibles formas de gobierno, el conjunto de todos los males y la ausencia de cualquier bien, mientras lo contrario caracteriza y define a la democracia...

Dejo para otro día el comentar que, como saben los que gustan de conocer las realidades históricas y políticas, todas ellas dependen -a la hora de ser juzgadas- de cuáles fueron las circunstancias que provocaron su nacimiento y acompañaron su vida, así de cuáles fueron sus obras y realizaciones. Sólo a los imbéciles y a los malvados se les ocurre juzgar a cualquier persona física o jurídica por la fecha o el lugar de su nacimiento, su peso, el color de sus cabellos o el número de sus accionistas o sus empleados. Tanto los juicios políticos como los jurídicos han de tener en cuenta los antecedentes de cada caso, los propósitos e intenciones que en él se dieron, y los logros conseguidos durante su existencia.

Ahora resulta bastante frecuente que quienes no participaron en esa guerra ni como combatientes ni como sufrientes la califiquen de cruel y siniestra.
Ambos adjetivos pueden aplicarse en justicia a cualquier guerra, y no seré yo quien niegue que la nuestra tiene acreditados, en determinados momentos de su largo desarrollo, hechos y episodios más que suficientes para merecerlos. Pero también digo, como sufriente directo y en propia carne de dicho conflicto, de sus antecedentes y de sus consecuencias, que la guerra española de 1936-1939 tiene -junto a muestras de crueldad y malahombría- suficientes ejemplos de heroísmo y superhumanidad como para poder exigir a quienes presuman de haberla estudiado que no limiten sus comentarios a los aspectos negativos de una contienda que -como todas- sin duda los tiene, sino que los complemente y contraste con los mucho más numerosos y positivos que en ella también existen. Sirva éste de ejemplo: la tremenda ilusión con que participó en ella, sobre todo en los primeros meses del conflicto, la casi totalidad de la juventud española. O este otro: la imborrable huella de ilusión y esperanza que dejó en quienes en ella tomaron parte activa, arma en mano o mente y corazón en juego...

Buena prueba de ello es el halo romántico que año tras año orla su memoria y el indiscutible hecho de que es, junto a la Guerra de Secesión usaca, la que más literatura ha generado: los últimos datos hechos públicos incluyen más de 40.000 títulos de libros escritos por autores españoles y de muy diversas nacionalidades, y cada año nos encontramos en las librerías, en las revistas y en los diarios relatos en los que nuestra guerra sigue siendo telón de fondo o simple acompañamiento de cualquier clase de intrigas o apasionamientos.

2009. Septuagésimo aniversario del final de la Guerra de Liberación Nacional. Cuantos combatieron en ella y cuantos la sufrimos creíamos que nuestra lucha y nuestro sufrimiento estaban liberando a España de muchos y dañinos males, creados y crecidos a lo largo del siglo y medio que va desde 1808 a 1936. Por eso nos duele tanto que quienes lo hicieron retrotrajeran la España de 1978 a la de 1876.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4794

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