jueves 6 de marzo de 2008
Peligra la fabricación española de automóviles
Wenceslao Pérez Gómez
S OBRE el horizonte del área de la producción en el sector automovilístico español se ciernen negros nubarrones, ante el discurso pronunciado en París hace unos días, durante la presentación de los resultados económicos de Renault, por el presidente del Grupo, Carlos Ghosn, al no asegurar de inmediato la fabricación de nuevos modelos en la emblemática e histórica, factoría de Valladolid, en la que ahora están trabajando 1.200 operarios en un solo turno, para producir 450 unidades diarias de tres modelos, cantidad muy por debajo de la capacidad productiva de la planta. Si a este anuncio, se unen los conflictos existentes actualmente en la fábrica de Nissan en Barcelona; el abandono de producción de modelos en la factoría de Mercedes-Benz en Vitoria; los ajustes económicos realizados recientemente por General Motors en la planta de Zaragoza y de que SEAT está en el punto de mira del Grupo Volkswagen al que pertenece, es posible prever que en un futuro no muy lejano, la producción de automóviles en España puede entrar en una crisis de incalculables consecuencias, no solo para la industria, sino para la economía nacional en su totalidad, teniendo en cuenta que el sector automovilístico español es uno de los pilares de nuestra economía, del que dependen cientos de miles de familias.
Por otro lado, los fabricantes europeos, buscando la competitividad de sus productos y mano de obra barata, han comenzado a abrir factorías en países del este de Europa, Marruecos e incluso en China o India, bien creando join venture con fabricantes de aquellos países o haciendo grandes inversiones en infraestructuras, lo que les resulta mas rentable que mantener plantas de fabricación en países como España donde, al parecer, la producción ya no es tan competitiva de ido a los costes que tienen que soportar.
Mientras el peligro de la producción automovilística en España acecha, este Gobierno mira para otro lado, dice que “aquí no pasa nada y que todo va bien”, y así, claro, no aporta ninguna iniciativas o propuestas que puedan paliar la hecatombe que puede sufrir el sector automovilístico español, caso de no poner remedio.
A principios de este año hemos asistido a la derogación del Plan Prever, de ayudas la compra de un vehículo nuevo por achatarramiento del viejo, que tan buenos resultados produjo durante los años que estuvo en vigor. Craso error, como se ha podido comprobar con el descenso de las ventas durante el pasado mes de enero y en lo que va de febrero.
Y, ahora, una de las ocurrencias del Ministro de Industria, Joan Clos, ha sido pedir a la marca coreana Hyundai que “construya una fábrica en España” añadiendo después que “si lo hacen, todos tan contentos. Si no, pues tampoco pasa nada”, lo que demuestra el más absoluto desconocimiento de este ministro, de cómo marcha la industria de la automoción, no ya dentro de España, como debiera ser su obligación, sino fuera de nuestras fronteras.
Por eso mismo, avisamos que la industria automovilística española no espere, por el momento, ayudas ni incentivos para paliar la crisis que se avecina y para que vuelva a ser competitiva. No somos “catastrofistas”, simplemente nos atrevemos a vislumbrar un futuro que puede ser muy nefasto, si no se atienden las sugerencias y reivindicaciones que en este sentido han solicitado los fabricantes, vendedores y usuarios del sector de la automoción en España y que hasta ahora, se han echado en saco roto.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4490
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