martes 4 de marzo de 2008
La realidad no es suficiente
Jean d’Ormesson: “La vie ne suffit pas”
(Robert Laffont, 1.324 ps.)
Rubén Loza Aguerrebere
¿Una de las cosas que más amo en esta vida que tanto amo? Los libros. Y, entre ellos, las obras de Jean d’Ormesson. Las he leído con inmenso placer siempre. Novelista, ensayista, periodista, memorialista, sea cual sea su tema, seduce. Escritor refinado, dueño de una vasta cultura, fue director de Le Figaro, es miembro de la Academia Francesa de Letras, obtuvo el Premio Torcuato Luca de Tena en el 2002.
Y bien, a su vasta carrera literaria (casi una treintena de libros) debemos sumar un reciente volumen, La vie ne suffit pas (Robert Laffont), que reúne varias de sus obras mayores, por lo cual el libro es una fiesta. Esos títulos son: Du coté de chez Jean, Mon dernier reve sera pour vous, Et toi mon coeur porquoai bats-tu?, Une autre historia de la literature fracaise y la novela Voyez comme on danse.
Estas páginas nos permiten amar la literatura, a la que el autor ingresa por puro placer, pues sin ella una vida no es suficiente. Y así, ficción y realidad, urden fantasías poderosas que seducen en buena ley. Tal, el caso de la deliciosa “biografía sentimental” de Chateaubriand, donde uno ve trotar las ideas en medio de la tragedia y la vida del ilustre poeta.
En cuanto a Et toi mon coeur pourquois bats-tu?, constituye una antología de la literatura francesa que procura exaltar la emoción de los lectores. No son suyas las palabras allí reunidas, sino de otros escritores; sí lo es la elección de los textos, que denota un gusto exquisito. A fuerza de familiaridad y una honda admiración, admite Jean d’Ormesson, por haberlos rumiado interiormente, esos textos se confunden con su propio espíritu. Aquí encontramos palabras de Baudelaire y Zola, de novelistas como Sthendal y Flaubert, a Chateaubriand, y no faltan Verlaine, Rimbaud, Marcel Proust, Céline, Claudel y la fría inteligencia de Paul Valery. También están Aragon, Musset, Apollinaire y Péguy.
Otro género nos ofrece asimismo esta obra caudalosa: me refiero a Une autre historia de la littérature française. Es una obra sostenida en tres motivos: el amor por los libros, el placer de la escritura y la preparación de estas anotaciones que le permitieron conocer mejor a otros creadores. Los autores están presentados con mesurada y justa información y la objetividad posible en un placer tan subjetivo. Esta riquísima galería contiene retratos de Montaigne, Pascal, Montesquieu, Balzac, Flaubert, Baudelaire, Proust, Malraux, Camus, Mauriac, Yourcenar y Sartre, conformando un hospitalario análisis de las letras francesas. Su lectura invita a visitar o revisitar las obras que se mencionan.
El académico francés ama la vida, y lo dice a la manera de Pessoa: la vie ne suffit pas. Y nos sumerge en este mar de palabras encantadas, que penetran nuestra emoción y, con su misterioso poder, enriquecen nuestro universo interior. Debemos agradecerlo, porque sencillamente la realidad no es suficiente.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=04/03/2008&name=loza
martes, marzo 04, 2008
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