Ferrand, El urgente relevo de Zapatero

lunes 18 de agosto de 2008
El urgente relevo de Zapatero

Manuel Martín Ferrand

“Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno; al darnos las opiniones de los ignorantes nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad”
(Oscar Wilde)

Llámesela como se quiera, la crisis está ahí. Se notan sus efectos y hasta los más despilfarradores se vuelven cautos en sus gastos. Menos el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero, todo el mundo parece haber advertido la hondura y larga duración previsible de la situación económica por la que atravesamos y que en España, dada nuestra peculiar situación estructural, puede llegar a ser especialmente dolorosa. El paripé de interrumpir las vacaciones para anunciar unas medidas económicas que ya habían sido anunciadas un montón de veces sirve para demostrar, si es que hiciera falta hacerlo, que el Gobierno no tiene las ideas claras y, si las tiene, no sabe qué rumbo tomar. Pedro Solbes, que ya contribuyó a la fabricación de una crisis en los días felipistas, parece encantado con la que ahora tenemos encima y la idea más brillante que emana del equipo socialista es la de Miguel Sebastián: regalarnos una bombilla de bajo consumo que, previamente, hemos pagado con nuestros impuestos.

Es urgente el relevo del Gobierno actual. Muy urgente. Eso tiene su trámite democrático y, dadas las circunstancias y la falta de sentido nacional como elemento aglutinador de los partidos con representación parlamentaria, habrá que esperar a las próximas legislativas para poder hacerlo. No entra en lo previsible una moción de censura. En ese entendimiento pasa a ser fundamental el protagonismo del PP que, de momento y a imitación del Gobierno, sestea.


¿Quién encabezará la lista del PP en las próximas elecciones para el Parlamento Europeo? El resultado de esas elecciones es el más eficaz punto de apoyo que se le ofrece a Mariano Rajoy para conseguir en 2.012 – o antes, si la situación forzara un adelantamiento electoral – las llaves de La Moncloa. Las previas elecciones autonómicas gallegas y vascas son previsibles en sus resultados y, salvo sorpresas, no elevaran la altura del pedestal del líder del PP.

Los mentideros más conservadores del partido de Rajoy dan por supuesto que volverá a ser Jaime Mayor Oreja el cabeza de lista en tan fundamentales comicios. Es una opción que, por ser la más cómoda y menos polémica, parece la probable.

Más sabe el tonto en su casa que el listo en la ajena; pero, tratándose de unas elecciones con circunscripción única para todo el ámbito del Estado, y sin entrar en razones de fondo, no parece ese nombre el que pueda desbordar el entusiasmo de los electores en lugares, como Cataluña, el País Vasco o incluso Andalucía, en donde los resultados electorales pasados no aconsejan al PP un exceso de confianza.

En principio y siempre dentro de la especulación política de salón, en la que no hay cornadas, Rajoy necesita una gran victoria en las elecciones europeas para colocarse con expectativas de ganador en las legislativas venideras. Si la lista del PP no aventaja a la del PSOE en, más o menos, dos millones de votos, el actual presidente popular ya puede ir entonando las canciones típicas de las despedidas. No tendrá nada que hacer.

¿Garantiza Mayor Oreja una victoria de esa magnitud? No lo parece a ojos de buen cubero. El PP necesita un nombre más fresco y menos sesgado, de más futuro y de pasado menos polémico. Un nombre del estilo de Alberto Ruíz Gallardón, capaz de estimular a votantes que no sean fervorosos incondicionales del partido. A primera vista, tras la fumigación que, al modo de Zapatero, Rajoy ha hecho en su formación, no hay muchos nombres disponibles, pero esa es la cuestión. El urgente relevo de Zapatero pasa por las elecciones al Parlamento Europeo. Por otra parte, ese hipotético gran ganador de los comicios continentales tendrá, por serlo, muchos títulos para suceder a Rajoy si ello fuere menester.



http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=15/08/2008&name=ferrand_dom