lunes, agosto 11, 2008

Carrascal, La herencia de Adolfo Suarez

lunes 11 de agosto de 2008
La herencia de Adolfo Suárez

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

PERO ¿no era el «Tahúr del Mississippi», como le apostrofó el entonces lugarteniente del Partido Socialista? ¿No se hartaron de recordarle su «pasado azul» y que había sido el último secretario general del Movimiento? ¿A qué viene, entonces, que los socialistas de Cebreros, su pueblo natal, reclamen ser también herederos suyos y exijan tener voz y voto en el «Museo Adolfo Suárez y la Transición» que aquel Ayuntamiento intenta erigir a su hijo más famoso? Aunque tampoco debe extrañarnos: estamos, simplemente, ante otro intento de apropiación engañosa, a la que últimamente se han dedicado los socialistas españoles hasta convertirse en verdaderos especialistas.
El día que se cuente la verdadera historia de la Transición, si es que se cuenta, nos enteraremos de que los socialistas se opusieron frontalmente a ella, aceptándola sólo al ver que los comunistas iban a hacerlo. Luego, que practicaron una oposición de acoso y derribo sin precedente a Suárez, minando su partido desde dentro y desde fuera hasta acabar con él. Por último, que una vez instalados en el poder, se limitaron a seguir más o menos sus pasos, pero añadiéndoles bajo Felipe González tal grado de corrupción que acabó con él. Y bajo Zapatero, orientando sus esfuerzos hacia una «Segunda Transición» que en realidad es la voladura de la primera, basada en equilibrio, generosidad y juego limpio, que ha saltado por los aires. O sea, que si Pedro Muñoz, concejal socialista por Cebreros, tiene algo que reclamar, que lo haga a Alfonso Guerra y, sobre todo, a José Luis Rodríguez Zapatero, principal autor de dicha voladura.
No sabemos dónde militaría hoy Adolfo Suárez, si militaba en algún sitio. Lo seguro es que no militaría en un partido cuyo líder dice «nación es un concepto discutido y discutible» refiriéndose a España. Sabemos también que en aquella romántica aventura de UCD estaban embarcados desde Rajoy a Arenas, pasando por Esperanza Aguirre y buena parte del PP. Como lo está su hijo, que fue candidato de ese partido a la presidencia de Castilla-La Mancha. Pero no estaba nadie de la actual cúpula del PSOE. Esto no es memoria histórica, tan fácil de falsificar, sino historia presente. Sin embargo, tratan también de falsificarla.
A estas alturas, el PSOE ha dejado de ser obrero, ya que sus reformas se orientan hacia grupos minoritarios no hacia la mayoría trabajadora, dejando por tanto también de ser socialista. Y ha dejado de ser español, al aliarse con el nacionalismo más rancio, más retrógrado, más excluyente, más antiespañol, para convertirse en un buque sin bandera, dispuesto a abordar cualquier nave que encuentre a su paso para quedarse con el botín, que en este caso es seguir gobernando, con quien sea y como sea.
Los pocos seguidores de Adolfo Suárez que recalaron en el PSOE, Pedro Muñoz entre ellos, lo saben mejor que nadie. Y si no lo saben es que el hedor que emerge de las sentinas de ese buque es tal que nubla las mentes de su tripulación.

http://www.abc.es/historico-opinion/index.asp?ff=20080810&idn=803722062429

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