viernes, marzo 14, 2008

Agapito Maestre, El estanque catalan

viernes 14 de marzo de 2008
Contradicciones políticas

El estanque catalán

Estos dos ideólogos no se entenderán sobre el principal asunto que nos preocupa a los españoles: España. El estanque catalán lo impide.

Agapito Maestre

El estanque "dorado" catalán se ha extendido a toda España. Aquí no pasa nada. El Gobierno se allana a todo lo que dicta el PSC y la oposición se regocija con la "impotencia de la potencia", un poder en potencia que jamás llega a ser acto. Todo está en orden. Las aguas sucias estancadas en Cataluña ya inundan toda España. Viviremos unos cuantos años en un mundo irreal. Delirante. Las antiguas contradicciones en la sociedad española se han desvanecido por una suerte de anulación y desvalorización de los valores democráticos. Auque a esta desgraciada situación hemos llegado con la colaboración inestimable de muchos políticos que han hecho oídos sordos a las voces más lúcidas de esa sociedad, son dos los principales protagonistas del fiasco: Rodríguez Zapatero, el vencedor, y Rajoy, el aspirante al triunfo.

Son dos personajes inmunes a las seducciones, a veces diabólicas y otras providenciales, del pensamiento y la duda, de la contradicción y el pacto, de la alta política para una sociedad cansada de pelear por nada. Nihilismo es todo. España está exhausta. Los dos máximos culpables de la tragedia son dos ideólogos: Rodríguez Zapatero y Rajoy. Sí, sí, ideólogos, porque han extirpado de sus vidas cualquier posible dualidad. Para ellos no existe la contradicción. Tampoco la conversación. El pacto. Ellos demuestran, condenan, refutan y adoctrinan. Ellos sólo hablan con su "idea", porque ni siquiera sospechan que también ellos llevan a otro, alguien, con quien podrían hablar. No están dispuestos a negociar por una nación más acogedora, próspera y reconciliada con sus propias contradicciones. El mundo de esta gente sólo quiere prefigurar el nuestro.

Rodríguez Zapatero y Rajoy son únicamente ideólogos. ¿Malos? Quizá, pero ideólogos. Forman parte de ese tipo de gente que corrompe la religión hasta el punto de hacer de ella una ideología. Por eso, estos dos mutilados de cualquier tipo de espíritu, incluido el público, se presentan como salvadores de nuestro más preciado bien: la libertad. Estos dos personajes, que niegan al otro con la misma insistencia que extirpan la posibilidad de vivir resolviendo contradicciones, sólo parecen tener una pretensión salvadora: "Quieren liberar a los españoles de la carga de la libertad". Quieren negarnos esa preciosa carga, la única, que podría sacarnos del estanque fétido que el nacionalismo catalán en general, y el PSC en particular, han instalado en toda España.

Estos dos ideólogos no se entenderán sobre el principal asunto que nos preocupa a los españoles: España. El estanque catalán lo impide. La "otra nación", Cataluña, impone que la única forma de hacer "política" es la ideología, o sea, la antipolítica. Cualquier cosa es buena para la ideología de los nacionalistas, la ideología triunfante en estas elecciones, excepto entenderse entre españoles. El Tribunal Constitucional es su principal aliado. El heraldo de sus miserias.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_42490.html

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