GARGANTA PROFUNDA
Fraga, incombustible, deja al PP al borde del infarto con su actividad
Elsemanaldigital.com
Hace ya muchos años que don Manuel partió de Madrid y algunos de sus compañeros habían olvidado cómo se las gasta. El "patrón" tiene con la lengua fuera a los "populares".
26 de abril de 2006. Quien dijo aquello de que el día debería tener treinta horas ya se puede apuntar un tanto. Y un fan del frenesí laboral, aunque al resto del común de los mortales con veinticuatro le suela bastar. Será que a Manuel Fraga le acompaña una salud de hierro o será algo más misterioso y enigmático, pero lo cierto es que al presidente fundador del PP y hoy senador la actividad le sigue atrayendo a sus 83 años como un imán, hasta el punto de que si ya era famoso entre el resto de dirigentes del partido, cada día su fama aumenta más.A nadie en la sede de Génova le ha pillado por sorpresa. Tan es así que don Manuel ya viene centrando la atención de los órganos de dirección del Partido Popular. Desde que regresó a Madrid, sus abundantes y categóricas intervenciones condicionan en buena medida todos los debates y han llegado incluso a exasperar amistosamente a un buen número de altos cargos del partido."Interviene en cada informe, lo apostilla todo", señala a Garganta Profunda uno de los pesos pesados del centro derecha. "Lo único malo es que Fraga remata los debates", apostilla otro ante el protagonismo del presidente fundador. Quizá por eso las relaciones de algunos de los hombres de su propia cantera con don Manuel, a pesar del profundo respeto y cariño que le guardan, sean tan tensas que se cortan. "A este ritmo, se hará un hueco en el juego de las quinielas políticas", comenta de modo jocoso un malvado.Y es que, para bien o para mal, Manuel Fraga es un trabajador nato y una cabeza privilegiada. Prueba de ello es que ya son famosos los recortes de prensa que dirigentes del partido reciben de asuntos que les afectan, remitidos por el "patrón de la derecha". "Hay que estar prevenido", alega.
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