miercoles 26 de abril de 2006
El Gobierno impone el ideario de Zapatero en el temario de las oposiciones a diplomático
Sorpresa por el cambio de dos tercios de los temas, que coinciden en gran medida con un máster que siguen en la Escuela Diplomática alumnos seleccionados
LUIS AYLLÓNMADRID. La mayoría de los opositores que aspiran a hacerse con alguna de las 35 plazas de diplomático convocadas por el Gobierno se encontraron el 7 de abril con una desagradable sorpresa al conocer el temario de la oposición. En torno a las dos terceras partes de ese temario habían sido modificadas en relación con el de años anteriores, y, además, con sólo dos meses de antelación respecto a la fecha en que previsiblemente se celebrarán las pruebas.En medios diplomáticos consultados por ABC, se puso de relieve la sorpresa causada por esa decisión, ya que es normal que cada año se modifiquen algunos de los temas, para dar entrada a cuestiones que han cobrado mayor interés, pero no lo es tanto que se haga un cambio tan drástico y con tan poco tiempo para que los aspirantes lo puedan asumir. La decisión ha causado un profundo malestar en muchos de los opositores, que llevan bastante tiempo preparándose con el anterior temario y disponen de sólo dos meses para hacerlo con el nuevo.La sorpresa en los mencionados medios no es sólo por este motivo, sino también por el contenido del nuevo temario, que, en algunos de los 60 nuevos temas, incluye cuestiones consideradas muy próximas a los planteamientos del Gobierno, en tanto que suprime otros asuntos, especialmente relacionados con la Historia de España.En concreto, en el apartado de Historia, el temario comienza con el Congreso de Viena y las guerras de independencia en Iberoamérica. Han desaparecido temas que trataban, por ejemplo, de la organización del Estado con los Reyes Católicos, del Descubrimiento de América o de los reinados de Felipe II o Carlos V, en los que España tuvo una gran proyección internacional. Tampoco hay ninguna alusión a la Guerra de Sucesión del siglo XVIII ni al Tratado de Utrecht, que aún hoy es aplicable a la situación de Gibraltar.El nuevo temario, aunque sí incluye los organismos internacionales y las relaciones trasatlánticas, no hace ninguna referencia expresa a la OTAN, excepto en la relación de España con la Alianza. Además, a la hora de estudiar los modelos constitucionales recupera el de Suiza como Confederación de Estados, que había desaparecido de temarios anteriores y que los medios consultados relacionan con los cambios que está introduciendo el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en la configuración territorial de España.Por primera vez, aparecen en el temario asuntos en los que Zapatero ha puesto especial interés, agrupados en un capítulo de Sociología, con enunciados muy variados. Entre ellos, se encuentra, por ejemplo, el tema: «Civilizaciones, culturas e identidades: las civilizaciones como macro-unidades históricas. Lucha de Civilizaciones. Alianza de Civilizaciones. Civilizaciones y Religión. Civilizaciones y Estados. Macro-cambio cultural. Símbolos sociales». Otro de los temas se refiere a la «Igualdad de Género».El Ministerio de Asuntos Exteriores anunció en noviembre, en respuesta a una pregunta del PP, que se proponía introducir cambios en el temario, argumentando que no había habido modificaciones notorias desde hace veinte años y que las relaciones internacionales estaban en un «periodo de transformación». No obstante, el departamento de Moratinos aseguró que serían «ajustes puntuales» y no cambiaría de modo «significativo» el número de temas.PreselecciónLa sorpresa causada por el nuevo temario se extiende también al hecho de que el contenido coincide, en buena medida, con el de un máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales que se imparte desde el comienzo del pasado curso en la Escuela Diplomática, con gran presencia de profesores (o de libros suyos) de la Universidad Carlos III, de Madrid, cuyo rector es el socialista Gregorio Peces-Barba. Incluso, el anuncio de ese máster indica que «el módulo troncal» del mismo «coincide con el programa exigido para superar las oposiciones a la Carrera Diplomática».De esta forma, quienes siguen este curso, después de haber sido admitidos en un proceso de selección más arbitrario que el de unas oposiciones, tienen ventaja respecto a otros opositores. El resultado es que los que logren la plaza han podido ser en cierto modo «preseleccionados» y además formados según unos criterios políticos determinados, indicaron las mismas fuentes.
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