GARGANTA PROFUNDA
A Manuel Marín no le disgustó demasiado la marcha de su amigo Alfredo
Elsemanaldigital.com
De "choque de trenes" han calificado sus compañeros de la Carrera de San Jerónimo sus encuentros. El ascenso a ministro del portavoz ha sido bien celebrado por el presidente del Congreso. 27 de abril de 2006. De la buena sintonía al inicio de la legislatura entre el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, y su correligionario y entonces portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, consagrada por la causa de la "España plural" bajo el epígrafe "diálogo y talante", se pasó al poco tiempo al choque de autobuses, incluso de trenes, entre ambos. Así estaban de envenenadas las relaciones entre Marín y Pérez Rubalcaba.Dicen los testigos de sus momentos tensos que el ambiente se podía masticar. Así que la marcha de Rubalcaba al frente de Interior fue recibido con alborozo por Marín. Por supuesto por el ascenso que suponía, se entiende. Una fiesta, como no podía ser de otra manera. Así lo cuentan a Garganta Profunda fuentes parlamentarias, que añaden que la máxima autoridad del Parlamento "valora a fondo las formas" y que el antiguo portavoz "es un hombre de contenidos". De ahí que en el entorno de Manuel Marín esperen una mayor ayuda de su sucesor Diego López Garrido. O que, cuando menos, le cubra las espaldas.Claro que el presidente de la Cámara no debe tenerlas todas consigo, ya que en lo que va de legislatura ha provocado en un buen puñado de ocasiones fuertes malestares en las huestes del PSOE. Malestares que dejó entrever incluso en público Rubalcaba. Veremos cuánto tardan las baterías socialistas en ir moviéndose también en dirección al propio Marín. La cosa se animará. Seguro.
miércoles, abril 26, 2006
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