jueves 27 de abril de 2006
ETA
La rendición del gobierno
Ignacio Villa
Un día dicen que el presidente navarro no es un interlocutor válido; al siguiente anuncian que Miguel Sanz pasará por Moncloa. Con respecto a los atentados del último fin de semana, ya no hay memoria capaz de retener tantos cambios de explicaciones.
Cuando ha pasado algo más de un mes del anuncio de alto el fuego de ETA, los interrogantes que se plantearon entonces se están despejando a toda velocidad. Al principio pensamos que nos encontrábamos ante un pacto entre el Gobierno Zapatero y los terroristas, que se hacía público el día después de la aprobación de la reforma del Estatuto de Cataluña. Pero luego se hizo evidente que esa situación tenía poco de pacto y menos de negociación; era un simple proceso de cesión y de rendición de Zapatero ante los terroristas etarras. Esa cesión, adornada por una actitud de claudicación de los socialistas, ahora se le ha complicado a un gobierno que ofrece una imagen lastimosa, perdida y abandonada a las exigencias de la banda terrorista ETA.
Con un gobierno en estas condiciones la situación en la que nos encontramos tiene un futuro realmente escalofriante. Inmerso en la claudicación, el Ejecutivo ha perdido cualquier resquicio de iniciativa ante el terrorismo. Cada día, gobierno y PSOE cambian de planteamientos, dicen cosas distintas a las de ayer y ofrecen una imagen de auténtico despiste y desconcierto. Cuando se ha dejado todo el terreno a la banda terrorista ETA, eso se convierte en un peligro sin límites.
En este contexto se enmarcan las declaraciones diarias del inefable Moraleda. El secretario de Estado de Comunicación está consiguiendo que todos los días el gobierno cambie de opinión. Un día dicen que el presidente navarro no es un interlocutor válido; al siguiente anuncian que Miguel Sanz pasará por Moncloa. Con respecto a los atentados del último fin de semana, ya no hay memoria capaz de retener tantos cambios de calificativos y explicaciones. En fin, un auténtico desastre para un Ejecutivo que ha abandonado su suerte a los caprichos, amenazas y exigencias del terrorismo.
Precisamente por ello, son especialmente clarificadoras las palabras de José María Aznar este miércoles cuando recordaba que ETA sigue siendo la misma de siempre y que el único cambio se ha registrado en el Palacio de la Moncloa. Zapatero, como si fuera un perdedor nato, está cediendo en todo otorgando la iniciativa absoluta a los terroristas. El presidente del Gobierno ha entregado de una vez todo lo que durante tantos años hemos defendido todos los españoles; y eso que todavía no conocemos la mitad de la mitad.
Un mes, sólo un mes, ha sido suficiente para ver de cerca lo que se nos viene encima. Del pacto hemos pasado a la cesión y ahora estamos ya en el descontrol absoluto. Es triste observar cómo se rinde un gobierno democrático.
Gentileza de LD
miércoles, abril 26, 2006
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