viernes 3 de septiembre de 2010
El Manantial
Sin novedad en Toledo
Pablo Sebastián
De la cumbre directiva del Partido Popular celebrada en Toledo durante dos días no ha salido novedad alguna, o no ha servido para nada salvo que esconda el gran secreto de una contraofensiva política del PP que al día de hoy no se ve por ninguna parte. Rajoy ha confirmado la candidatura de Francisco Camps a las elecciones autonómicas de Valencia, donde se anuncian unas nuevas primarias del PSOE con la reaparición del ex ministro de Interior Antonio Asunción, calla sobre Álvarez Cascos y Asturias, o sobre el futuro de Cospedal en la secretaría general del PP, y ha prometido presentar a lo largo del otoño político ¡cincuenta! propuestas del PP para luchar contra la crisis económica. Mejor serían cinco y haberlas hecho públicas ayer, en relación con los Presupuestos Generales del Estado de 2011, la reforma de las pensiones, el paro, la huelga general, y la crisis financiera y del crédito nacional.
Rajoy nos anuncia cincuenta propuestas contra la crisis económica que nos parecen demasiadas y más bien testimoniales, de cara a la galería, y que prueban que no hay entre ellas ninguna original ni excepcional para presumir de una alternativa al gobierno de Zapatero de la que ayer el presidente del PP no dijo nada nuevo como en él suele ser costumbre. Reunir a la dirección nacional del PP en Toledo y no ser capaces de dar a la opinión pública un solo y novedoso titular da una idea de lo ocurrido estos dos días en la capital manchega.
La conclusión del “cónclave popular” de Toledo es que este partido y su líder siguen en la auto complacencia y en la larga espera a cuenta de los errores y los problemas del Gobierno, pero sin hacer ningún movimiento brusco o llamativo que permita imaginar el liderazgo o iniciativa del primer partido de la oposición. El que permanece en la zona oscura del misterio y la estrategia de bajo perfil, y que se niega a hablar de los grandes temas de la actualidad como la huelga general, la política exterior –Cuba, Marruecos, las diatribas de Aznar sobre Obama y el proceso de paz de Oriente Próximo, etc-, o la presunta tregua de ETA, o los problemas catalanes, o a proponer su propio modelo de Presupuestos Generales del Estado para 2011, e incluso a ofrecer al gobierno cualquier fórmula de colaboración, o abstención, en este debate presupuestario que es crucial para el relanzamiento de la economía española y sobre el que planea el chantaje del PNV, que a la vez pone en peligro el pacto de gobierno entre el PSOE y PP en el País Vasco.
¿Para qué ha servido la reunión de Toledo del Partido Popular? No se sabe, pero da la impresión que para constatar que las encuestas pre electorales les favorecen y que no hay que tomar iniciativas o correr riesgos porque ellos les podría complicar su cómoda situación porque los problemas están del lago del gobierno. Aunque el PP olvida que dichos problemas son también de España y de los españoles, de ahí que sorprenda y desespere la falta de iniciativa y decisiones importantes del que es el primer partido de la oposición.
Naturalmente, están en su derecho de ningunear al conjunto de los españoles, a sus militantes y electores y de permanecer en el inmovilismo político en el que están desde hace ya mucho tiempo, viviendo de los errores del contrario pero sin que su líder Rajoy consiga abandonar el ámbito del suspenso personal en el que aparece en todas las encuestas.
¿Pero de qué han podido hablar en las secretas reuniones de Toledo? Pues de que no hay que hacer mucho ruido, de que hay que esperar, de que hay pasar de puntillas por los medios de comunicación y especialmente por las tertulias bronquistas, de que hay que disimular en Cataluña sobre el estatuto y los ataques al castellano porque ahora, en vísperas de elecciones catalanas, no hay que subrayar el españolismo del PP, que la crisis económica es el tema central para hacer oposición a Zapatero, que hay que tener cuidado con las cuestiones vascas y la posible tregua de ETA, etcétera, y en suma que no hay que hacer nada aunque a España y a los españoles les vaya mal porque a ellos ya les va bien. Y ¿para eso han ido a Toledo? Bueno también para hacerse unas fotos con Cospedal en apoyo de su próxima campaña electoral.
http://www.republica.es/2010/09/02/sin-novedad-en-toledo/
viernes, septiembre 03, 2010
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