martes 14 de septiembre de 2010
Josu Goicoetxea
Gracias, mil veces gracias
Desde la última de las trincheras de la libertad que es el poder escribir sin ningún tipo de cortapisas quisiera dar las gracias y mostrar mi admiración a ese grupo de personasque lo han dado todo a cambio de nada en esta zona de España llamada País Vasco. Me estoy refiriendo a esas personas que han sido representantes en diferentes ayuntamientos -bien como concejales, bien como sea- del PP, PSOE o cualquier otro partido constitucionalista. Me estoy refiriendo a esos periodistas que han tenido el valor de denunciar cualquier acción y barbarie del entorno nacionalista terrorista. No estoy hablando de esos próceres del periodismo que han hecho de su desgraciada experienciacon los batasunos su medio de vida, acomodados en el victimismo pero cobrando sumas millonarias, a cientos de kilómetros del epicentro del problema e impartiendo lecciones magistrales sobre como acabar con la lacra terrorista.
No hablo de quienes han hecho del terrorismo un modo de vida para trepar por la cuerdade la política, del mundo universitario o del periodismo. Hablo de quienes sacaron las primeras pancartas en la calle enfrentándose al mundo radical; hablo de quienes como concejales cobraban la ridícula cifra de mil euros al año; hablo de quienes tuvieron que cerrar su negocio por identificarse con unas determinadas ideas que no eran otras más que la de la defensa de las libertades individuales y un amor infinito a España. Es de estas personas de las que hablo. No de los apoltronados ni mercachifles de la política oficial; no quiero hablar de los mercaderes de ideas baratas. No es lo mismo militar o simpatizar con un partido constitucionalista en el País Vasco que en el resto de España.
No tiene el mismo valor denunciar la barbarie nacionalista desde un pequeño medio de comunicación desde esta tierra que el hacerlo desde Madrid, Barcelona y con el soporte de un grupo importante. Ni siquiera llevar una pulsera, polo o cualquier otra prenda que lleve los colores de la bandera nacional tiene el mismo valor aquí que en otras partes, más que nada porque por aquí te pueden partir la cara tranquilamente.
Estas personas que lo han dado todo a cambio de nada han visto durante años como su vida se veía completamente cambiada por la presencia de escoltas que les acompañaban a todas horas para cuidar de ellos y así evitar cualquier tipo de “incidentes”. No han podido siquiera abrir su buzón para coger la correspondencia; no han podido hacer una vida normal puesto que ETA les tenía en su punto de mira. Pero ay amigo, ya no son concejales; ya no son útiles a los partidos. Ahora ya no vale para nada todo lo que hicieron y les han dejado tirados; les han abandonado a su suerte. En definitiva, les han quitado sus ángeles guardianes que eran sus escoltas. Y todo esto lo ha hecho el Ministerio de Interior amparándose en supuestos estudios que demuestran que ya no son objetivos de ETA. ¡ Cómo si a esta cuadrilla de miserables se les olvida quién fue y qué fue cada uno !
Se les ha dicho que el riesgo de recibir un tiro es prácticamente nulo; se les ha contado el cuento de que ya no van a por ellos, en fin que deben estar contentos. Vamos que los terroristas igual hasta les pagan una cena y todo. Lo que no se les ha dicho es que no están libres de recibir una paliza en cualquier momento y en cualquier lugar. Lo que no se les ha comentado es que no podrán ir a ninguna de las múltiples fiestas populares que por aquí se dan, porque señores, en esta bendita tierra por mucho que se diga NO HAY LIBERTAD y los amigos de los matones sigue a sus anchas por mucho que las cosas hayan cambiado algo pero a los hechos me remito. Si esto estuviese tan bien como algunos dicen ¿ por qué los políticos más conocidos no se dan una vuelta por fiestas pero sin sus escoltas? Ja ja; no vaya a ser que . . .
Y a estas personas se les ha despojado de sus escoltas simplemente por motivos económicos y no hay más por mucho que quieran maquillarlo como a un payaso.
Eso si, con ese dinero nos pagaremos algún viajecito a Cuba o se lo daremos a nuestros amigos de Marruecos o la tontería que se le ocurra al de turno.
Yo he visto el miedo y la incertidumbre en sus ojos; he visto la cara que se les ha quedado cuando les han dado la noticia. He presenciado como a alguno casi se le escapaban las lágrimas. He notado como se sentían ninguneados, explotados y utilizados. Se preguntaban por qué. No lo entendían. No entendían cómo se tomaba una decisión que afectaba a sus vidas sin siquiera consultarles. Aquello no era posible.
Pero si; la decisión estaba tomada y no había marcha atrás. Eso si, podían poner un recurso y si notaban algo raro en su entorno que no dudaran en acudir a las fuerzas de seguridad !MIAU, MIAU y REMIAU¡ Que desfachatez y que caradura; no me refiero
al funcionario que les daba la noticia – bastante trago estaba pasando el pobre-. Me refiero a los jerifaltes de interior. Que bajeza moral.
Por eso desde estas líneas quiero dar las gracias, mil veces las gracias a esos últimos hombres buenos. ¡ Qué Dios os bendiga ¡ Y a los que han tomado la decisión de privaros de vuestra seguridad que Dios les perdone porque yo no puedo hacerlo.
http://www.minutodigital.com/noticias/2010/09/07/josu-goicoetxea-gracias-mil-veces-gracias/
martes, septiembre 14, 2010
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