El cerco de Sarkozy a los «Rom»
Desde hace siglos Francia ha defendido la libertad de etnias: un niño judío no puede ser perseguido sólo por ser judío
DARÍO VALCÁRCEL
Día 16/09/2010
EN una vuelta súbita, el problema de los gitanos, los roms, como los llaman en Francia, se ha complicado, gravemente además. El diario Le Monde se siente acosado por el Elíseo, que indaga sus fuentes. El director del gabinete del ministro del Interior pedía a los prefectos el 5 de agosto la inmediata evacuación de los campamentos. El presidente de la República, Nicolas Sarkozy, ha salido al paso. Desde hace más de dos siglos, Francia ha defendido ante el mundo la libertad de razas y etnias: que un niño, judío de Berlín o de Varsovia, fuera perseguido y muerto por ser judío, sólo por serlo, levantó a Francia. Dos siglos antes, los girondinos alzaban la voz en la Convención, en 1793: fue un gran paso en la defensa de los derechos ciudadanos, mantenida desde entonces por Francia. De pronto aparece esa circular a los prefectos. Un director de gabinete es todopoderoso en Francia. Más aún si habla en nombre del Ministerio del Interior. El ministro Brice Hortefeux es una figura polémica. El director de su gabinete transmite instrucciones: «Desalojen ya a los roms».
Perseguir a cualquier grupo o individuo por su raza es un delito: la Convención lo estableció así. De aquella asamblea nació la Francia revolucionaría, que no sólo condenó a muerte a Luis XVI y promulgó la Constitución de 1794, sino que votó uno de los mayores cuerpos de leyes —derecho, enseñanza, infraestructuras, ciencia— acordados en un parlamento. El ministro de Inmigración, Eric Besson, interviene: «Yo no estaba al tanto de esta circular, no era destinatario. Es una simple nota operativa». Antes, el 30 de julio, el presidente de la República era tajante: «He pedido al Ministerio del Interior que ponga fin a estos campamentos salvajes de roms». La UMP, partido en el gobierno, asegura su «absoluto respaldo a la circular de Interior». El secretario de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, dependiente del ministro de Asuntos Exteriores, levanta su voz en contra, en Bruselas: «Personalmente no hubiera redactado así este documento». Algunos periodistas franceses tratan de cercarle allí mismo. Pero Lellouche tiene muchas horas de vuelo: No me traten, en nombre de Francia, como si yo fuera un jovencito. Horas después, la Comisión Europea se une contra la discriminación francesa. La circular del 5 de agosto contradice decenas de textos legales promulgados desde hace dos siglos contra la discriminación. «Sean cuales fueren los ocupantes —es ahora el ministro Hortefeux quien firma la nueva circular— aceleren el desalojo de los campamentos». «¿Se imaginan una circular contra los judíos o los árabes?», preguntaba en una de las grandes cadenas francesas el presidente de Gisti, grupo de solidaridad con los inmigrantes.
Ha sido un mal comienzo de septiembre. En Florida, el pastor Terry Jones, ese pobre idiota, renunciaba a convocar a sus 30 feligreses a la ceremonia de quema del Corán. Recordemos que el idiota procedía de Colonia: en aquella primera sede se nutría, sin decirlo, de los fondos de los fieles. Previamente el ayuntamiento de Colonia lo había multado por usar un título de doctor que no tenía. Antes había sido asistente de gerente de hotel. El Wall Street Journallo retrata con su libro sagrado, su único honor, un gran manojo de recortes de prensa.
http://www.abc.es/20100916/opinion-colaboraciones/cerco-sarkozy-20100916.html
jueves, septiembre 16, 2010
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