jueves 9 de septiembre de 2010
Cristina Garmendia y una Ley Insostenible…
José Oneto
Coincidiendo con la noticia de una posible dimisión de la Ministra de Ciencia y Tecnología Cristina Garmendia, disconforme con los recortes presupuestarias que ha sufrido su ministerio, un ministerio clave para cambiar, según Zapatero, nuestro modelo productivo por otro basado en las nuevas tecnologías, el Congreso de los Diputados ha vuelto a aplazar, de nuevo, por undécima vez, la discusión de la polémica Ley de Economía Sostenible, el proyecto estrella del presidente del Gobierno para hacer realidad ese cambio de modelo económico.
La Ley de Economía sostenible fue anunciada por primera vez por el presidente del Gobierno en el mes de mayo del año 2009 en el debate sobre el estado de la nación, como un proyecto fundamental y urgente para marcar el horizonte de por dónde tenía que ir la economía española, y cuyo objetivo era que, utilizando incluso el procedimiento de urgencia, estuviese aprobada a finales del año pasado.
Sin embargo la LES fue aprobada como proyecto de ley por el Consejo de Ministros, un año después de ser anunciada, el pasado mes de marzo, fecha en la que fue enviada al Congreso de los Diputados para su consiguiente trámite, aunque un mes más tarde se aprobó la primera de las once prórrogas para la presentación de las correspondientes enmiendas…
Presentada ante la opinión pública como el gran proyecto económico que iba a cambiar nuestro modelo productivo -un modelo productivo basado en el ladrillo, uno de las causantes de la actual crisis económica- por otro en el que el papel fundamental iban a cumplirlo las nuevas tecnologías, las inversiones en I+D+I, la economía verde, y una serie de reformas fundamentales para la economía nacional como la educación, desde hace meses duerme en los despachos del Congreso de los Diputados, sin que el Gobierno se atreva a reconocer su inviabilidad.
Rechazada por todos los partidos de la oposición que han venido manteniendo que se trata de una “gran operación de marketing político” y que la ley no tiene nada dentro porque la han convertido en un cajón de sastre de medidas inconexas, fruto de la improvisación gubernamental, cuando todavía el presidente del Gobierno dudaba de la profundidad de la crisis económica y de las medidas que tenía que adoptar, el Gobierno no se atreve a retirarla como le piden algunos partidos políticos.
Es más, el propio presidente y su equipo económico, la puso en el primer plano de actualidad en el llamado “proceso de Zurbano” cuando se intento buscar un “pacto anticrisis” cuyo contenido era una copia literal del anteproyecto que un mes más tarde se enviaría al Congreso.
Como se sabe el “Proceso de Zurbano” no sirvió absolutamente para nada, igual que la ley que lo inspiraba, y tuvo que ser la Unión Europea la que le abriese los ojos al presidente del Gobierno, obligándole al “decretazo”, al ajuste y a la toma de decisiones inmediatas para aprobar las necesarias reformas estructurales.
Han pasado dieciséis meses desde que se produjo el primer anuncio de ese proyecto estrella, y casi seis desde su envió al Congreso de los Diputados y la actual situación parlamentaria del Gobierno impide cualquier tipo de acuerdo sobre un proyecto que es una pura ficción, fruto del voluntarismo y reflejo de toda una serie de tópicos económicos.
Estamos ante una ley que salió viciada en su origen, que está obsoleta, y que ha sido superada por una nueva realidad que nada tiene que ver con la que contemplaba con optimismo, el presidente del Gobierno, el pasado mes de marzo, cuando todavía creía en los milagros.
Bandeja de entrada
Felipe González ha reivindicado la transición española frente a la moda actual presidida por el revisionismo de esa etapa que ha marcado la reciente historia de nuestro país.
En un homenaje a Walter Haubrich, corresponsal histórico del periódico alemán “Franffurter Allegemaine Zeiutung” con motivo de su 75 cumpleaños (cuarenta y seis de corresponsal en España) celebrado en el Instituto Goethe, el ex presidente del Gobierno ha manifestado su orgullo sobre la transición española frente a los que proclaman una “segunda transición” y frente a quienes, instalados en el revisionismo, reniegan de lo que el calificado uno de los más importantes hechos históricos que se han producido en el país desde el siglo XIX.
http://www.republica.es/2010/09/08/cristina-garmendia-y-una-ley-insostenible/
jueves, septiembre 09, 2010
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