viernes 10 de septiembre de 2010
Alejo Vidal-Quadras
Universidad catalana R.I.P
En los últimos coletazos del tripartito antes de la sonada derrota que le espera en noviembre, el gobierno montillesco se dispone a poner un nuevo clavo en el ataúd de Cataluña como sociedad abierta. El consejero de Innovación, Universidad y Empresa, el independentista Josep Huguet, ha anunciado la inminente aprobación de un decreto en virtud del cual se exigirá el nivel C de catalán a los profesores de los centros públicos de educación superior de esa Comunidad, es decir, que sin importar los méritos académicos y científicos de los candidatos o las necesidades derivadas de la estrategia de cada Universidad, la lengua será una barrera infranqueable para ocupar una plaza docente e investigadora en las alma mater sujetas al control de la Generalidad. Cualquiera que haya trabajado en un departamento universitario en España o en otro país avanzado -yo mismo lo hice durante dos décadas- sabe que por definición la institución universitaria ha de ser completamente receptiva al saber venga de donde venga y que una de las principales fuentes de calidad de una universidad radica en su capacidad de atraer talentos procedentes de otras latitudes. En el mundo universitario anglosajón, cuando se convoca un concurso para proveer una vacante se publicita ampliamente a nivel internacional y no existe el menor obstáculo, sino por el contrario, todo tipo de facilidades, para que un profesor australiano sea contratado en Cambridge, un indio en Harvard o un noruego en Toronto. El enfoque aldeano y paleto del pobre Huguet sería objeto de irrisión en las universidades punteras del mundo, aunque no se dará el caso porque nadie le conoce fuera de su limitado mundo impregnado de fanatismo totalitario. Ya tenemos la desgracia de que ninguna universidad española figura entre las doscientas mejores del planeta y sólo nos faltaba que en una de las regiones de nuestra nación más ricas y potencialmente más preparadas para los desafíos de la globalización la miopía provinciana de cuatro indocumentados condenara a su sistema universitario a la decadencia más absoluta. Volem bisbes catalans, volem notaris catalans, volem jutges catalans, volem catedràtics catalans, volem ser uns desgraciats, peró catalans. Hacía siglos que en Europa no se asistía a un suicidio cultural y económico de la magnitud del que está cometiendo la sociedad catalana.
Alejo Vidal-Quadras es Vicepresidente del Parlamento Europeo
Más en http://alejoresponde.com/
http://www.minutodigital.com/noticias/2010/09/04/alejo-vidal-quadras-universidad-catalana-r-i-p/
viernes, septiembre 10, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario