lunes 6 de septiembre de 2010
El Manantial
ETA irrumpe en el otoño político
Pablo Sebastián
Siempre se ha dijo que el final de ETA sería el as escondido en la manga de Zapatero con el que el presidente renacería de entre sus cenizas donde yace con motivo de su desastrosa presidencia en la que el triplete de ETA, el estatuto catalán y la crisis de la economía figuran entre sus sonados fracasos políticos. Por ello la noticia del llamado “alto el fuego” habrá sido acogida en la Moncloa con moderada satisfacción porque, se quiera o no, esta es una buena noticia sobre todo para las personas susceptibles de ser atacados por la banda criminal, y también porque da a Zapatero un hilo de esperanza en medio del desastre general que le rodea.
Ayer, por citar un ejemplo, el presidente no fue a Rodiezmo con los mineros de UGT a inaugurar el curso de la política porque se lo habían prohibido sus compañeros del sindicato camino de la huelga general. Pero la tregua de ETA seguro que a Zapatero le supo a gloria. Entre otras cosas porque tanto él, como el dirigente socialista vasco Eguiguren, como el falso Rubalcaba –que ayer no daba ningún crédito a la tregua-, han buscado y propiciando este momento que consideran “un primer paso” pero no el último de ETA. Por eso sacaron de la cárcel a presos históricos de la banda, acercaron a Otegui y otros encarcelados al País Vasco y hecho la vista gorda sobre la desaparición de De Juan Chaos y Josu Ternera.
Vamos a ver lo que dura la tregua y lo que da de sí pero si la banda cree que ahora se va a abrir urgentemente otra negociación, que van a legalizar en unos días a Batasuna para que participe en las elecciones municipales de mayo de 2011, y que saldrán de la cárcel mas presos, los terroristas y los secretos negociadores que están implicados en el nuevo proceso se pueden equivocar. Ahora no hay más salida que la rendición, la condena de la violencia, la entrega de las armas y la petición de perdón a las víctimas del terror, y todo ello verificado durante largo tiempo para que algo se pueda mover, lo que no es imposible pero tampoco nada fácil a sabiendas además de cómo son los pistoleros y de las distintas cabezas que luce la serpiente mortífera de la banda.
Ahora bien, conociendo el optimismo inquebrantable y antropológico del inquilino de la Moncloa, a quienes sus compañeros del núcleo duro del PSOE le están tomando las medidas para su ataúd político –la encuestas del diario gubernamental El País en las que se pregunta por la posibilidad de que Zapatero sea sustituido al frente del PSOE van en ese camino-, cabe imaginar que el presidente volverá a soñar con el fin de ETA, con la recuperación económica, la reconducción de la sentencia del estatuto catalán, y puede que incluso y puestos a soñar con un gobierno tripartito en Madrid del PSOE con CiU y PNV, si el PSC le entrega a Artur Mas la Generalitat y si el PNV pactara con López en el País Vasco. Todo un castillo de naipes construidos sobre una ciénaga que al primer golpe de viento se derrumbará.
Y ¿cómo ven en el PP este movimiento de ETA? Pues con escepticismo pero también con preocupación y pronto tendremos a Jaime Mayor Oreja clamando “trampa” desde las almenas populares y a sus ruidosos tertulianos montando la cacerolada habitual al tiempo que Rajoy aparece inflexible en este tema, y con razón, pero expectante por lo que pueda ocurrir en próximos episodios que están al llegar y donde los destrozos de la crisis económica siguen ocupando el primer lugar de la preocupación general de los españoles.
Y todo ello en un tiempo donde la convalecencia y ausencias prolongadas del Rey don Juan Carlos, el descrédito del presidente Zapatero y la mala fama del presidente del Congreso de los Diputados presentan un frontispicios de debilidad en la cúpula del Estado, al tiempo que tampoco se ve un liderazgo firme y una alternativa poderosa en el campo de la oposición. Un escenario preocupante al que se sumará en pocos días la tensión social de la huelga general anunciada y donde se estrenará un largo periodo electoral que empieza en Cataluña y a cuyo término este gobierno, pendiente de su necesaria renovación, intentará aprobar los Presupuestos Generales de 2012. Y es en este horizonte de debilidad política y de tensión social donde ETA acaba de irrumpir con su oferta de alto el fuego y negociación, en medio del escepticismo general pero abriendo interrogantes y también preocupación porque conociendo a Zapatero como lo conocemos en cualquier momento podríamos asistir a otra demostración de su proverbial temeridad.
http://www.republica.es/2010/09/05/eta-irrumpe-en-el-otono-politico/
lunes, septiembre 06, 2010
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