Memorias de China

sabado 8 de abrill de 2006

OTRO ESTRENO ORIENTAL

Memorias de China

Por Juan Orellana

La debutante y joven cineasta china Xiao Jiang nos presenta una emotiva historia de amistad en torno al cine como fábrica de sueños. Una vez más, el cine oriental, alejado de los efectismos complacientes de cierto cine occidental, nos cuenta historias que hace cincuenta años nos ofrecían, por ejemplo, los neorrealistas italianos. La Academia de Cine china vuelve a darnos una lección.
La película arranca en el Pekín de la actualidad. Durante el día, Mao Dabing trabaja de repartidor de agua embotellada, pero su pasión es ir al cine cada noche. Una tarde, después del trabajo, cuando Dabing se dirige hacia el cine en su bicicleta choca de repente contra un montón de ladrillos en un callejón. Mientras se levanta de la caída, una joven que ha presenciado el incidente agarra un ladrillo y le propina un golpe en la cabeza. Esta inaudita situación es el arranque de una larga historia tan tierna como dramática, tan entrañable como dura.
Muchos han querido ver en este film una réplica oriental del Cinema Paradiso de Giusseppe Tornatore. Aunque aquí también se rinde un delicioso homenaje al cine como ventana al mundo, es muy diferente el tono de la historia. La película arranca llena de simpatía y humanidad, algo naif si cabe. Pero se va tornando dramática, casi trágica, a medida que avanza la cinta. A pesar de todo nunca se pierde una mirada positiva sobre el ser humano, y la última palabra siempre la tendrán la sonrisa de los personajes.
Memorias de China disecciona el dolor de las familias rotas, de la orfandad moral, critica el sectarismo del comunismo totalitario, pero sobre todo habla de las enormes consecuencias que pueden tener las pequeñas cosas. A una interesante dirección de actores, sobre todo infantiles, se añade una emotiva banda sonora y unas excelentes dirección artística y fotográfica. Una película notable. Lo que no tiene de obra maestra, lo tiene de entrañable y de popular. De hecho, la directora huye del concepto de Obra Maestra como cine para "expertos": "El profesor Jiang Shixiong me enseñó que la forma de hacer buenas películas consistía en tener siempre en mente al público chino (y no sólo guiarme por mis propios gustos e intereses). Mi paso por la Academia hizo que desarrollara cierta indiferencia por las películas demasiado comerciales, pero ahora creo que la calidad de una película está muy relacionada con su capacidad de llegar al público. La conclusión a la que he llegado es que debo centrarme en el drama puro y con personajes de marcada personalidad pero sin perder de vista la realidad comercial del mercado".Memorias de China fue premiada por el Festival de Cine Histórico de La Laguna con el máximo galardón que concede el festival, el Premio a la Película de Contenido Histórico más Relevante, y también ha obtenido el Premio del Jurado (presidido por Alan Parker) en el Festival de Marrakech y ha participado en la Sección Oficial de festivales como Toronto, Pusan, Rotterdam o Capetown.

Gentileza de LD